El Gobierno socialista de Llíria, encabezado por Manuel Cervera, cuenta con un efectivo menos en su equipo tras la salida del partido de Isabel Aigües Vicente, actualmente declarada concejal no adscrita al abandonar su cargo en el grupo municipal.

Los motivos del adiós de la edila edetana fueron «el cambio de voto ponderado a voto proporcional, en el primero había un regidor en cada comisión, mientras que en el segundo el número de concejales iba en proporción a la cantidad de miembros de cada partido en el gobierno y a mí no me pusieron en ninguna comisión», explica Aigües sobre su salida.

Aunque ya no pertenece al grupo socialista municipal, Isabel continuará como concejala no adscrita porque quiere «seguir trabajando por el pueblo de Llíria». A pesar de esta huída del que hasta ahora era su partido político, no significa que no vaya a «apoyar las decisiones que considere buenas para los vecinos», expone la tránsfuga.

Esta salida ha sido «dura» para Isabel ya que llevaba 12 años como militante. Hija de uno de los históricos del PSOE edetano y fundador del grupo socialista en Alcublas, pero según detalla Aigües «no puedes tomarte la política a lo sentimental». Precisamente Manuel Civera era el alcalde la localidad de La Serranía, antes de asumir el cargo de liderar el ayuntamiento de Llíria.

De momento, la concejala no piensa en que formación podría aterrizar en un futuro y prefiere «esperar hasta que se acabe la legislatura». Respecto a la concejalía de Patrimonio que ocupaba hasta ahora, Isabel dice que «tengo la agenda programada hasta final de año, lo dejé preparado y con instrucciones de muchas cosas, está todo hilvanado, espero que quien me suceda continúe con mi trabajo».

La relación con sus compañeros socialistas es prácticamente nula puesto que «ya lo había comunicado al partido y nadie se puso en contacto conmigo», cuenta la edetana que entendió esta reacción como que «podía hacer lo que mi conciencia creyera». La tensión de Isabel con su partido «era sabido por todo el mundo», de hecho sus disputas al pedir un sueldo en mitad de un pleno o por su renuncia a la delegación de personal ya fueron noticia en Levante-EMV.

Por su parte, el grupo socialista municipal manifestó que «era una cosa que podía pasar, no era una sorpresa» mediante su portavoz Ferran Pina. Además, informaron que estaba instruyéndose un expediente de expulsión desde el propio partido y que este detalle era conocido por Isabel Aigües.