Un oficial de la Policía Local de Llíria ha interpuesto un total de ocho quejas al Síndic de Greuges porque tanto él como otros siete oficiales «no estamos percibiendo nuestra nómina mensual al completo, no se nos reconocen nuestros derechos económicos y se ha generado una deuda de 20.000 euros entre todos los oficiales». Así se expresó ayer uno de ellos, quien explicó que esta situación se arrastra desde la reclasificación de los agentes con la Ley de Coordinación de Policías Locales, aprobada en 2018.

Precisamente en esta ley se ampara el Ayuntamiento de Llíria. A preguntas de este diario, fuentes municipales negaron que se adeude tal cantidad a los oficiales, ya que fue abonada el año pasado. En la reclasificación, los oficiales con título universitario fueron catalogados como grupo B, mientras que los que carecían del grado se quedaron en el C, subgrupo C1, no pudiendo optar a los complementos especiales del rango superior. De ahí que ahora, a diferencia de antes de la ley autonómica, los oficiales perciban nóminas diferenciadas según fueron clasificados por la norma.

Además de las quejas al Síndic de Greuges, el oficial también ha presentado alegaciones a los presupuestos municipales.