El último pleno del año en Chiva terminó con múltiples reproches y una defensa que se convirtió en ataque por parte del concejal expulsado del PSPV-PSOE por violencia de género hacia su mujer, por la que estuvo 5 días arrestado en su domicilio y con una orden de alejamiento hacia ella. Norberto Máñez irrumpió en el turno de ruegos y preguntas y atacó a todos los partidos de la corporación municipal, uno por uno, y les recordó que no iba a dimitir ni a abandonar su acta de concejal. Ferraz debe ponerse en contacto con el ayuntamiento para corroborar que, tras su expulsión del partido, Máñez ya no les representa y deberá ahora formar parte de los no adscritos.

El concejal socialista trató de insultar a los dos ediles de EUPV llamándoles «comunistas» y les invitó a leer «la historia de España, lo que pasó en las checas y en Paracuellos». «Que los cachorros de los padres y abuelos políticos pidan mi reprobación por violento, pues bueno, les invito a que lean la Wikipedia», señaló.

A Compromís, partido que gobierna con Emilio Morales junto a EUPV y Vinchi, volvió a llamarles «comunistas» porque según Norberto Máñez, es del partido del que vienen. «No os cambiasteis la chaqueta, os pusisteis la piel de cordero».

Mientras, a los dos ediles del PP que votaron a favor de su reprobación les dijo tener «la historia más negra de España, somos el país que más gente tienen en las cunetas y 40 años de dictadura».

Al partido local Adhuc reprochó que están «engañando a las urbanizaciones, sobre todo a Calicanto». Además, aseguró que en la última legislatura «hicieron grabaciones, tipo mafioso». A Vinchi, partido en el gobierno de coalición, criticó que sean de derechas «y lleven seis años gobernando con los comunistas».

Norberto Máñez incidió en que su acta de concejal, que es personal e intransferible, solo puede quitársela un juez «por una falta grave». Sin embargo, el edil dijo haber tenido una sentencia «leve por insultos», lo cual «no significa que haya insultado». Afeó al resto del pleno de haber convocado un pleno extraordinario para su reprobación, «por una denuncia que empieza por F y acaba por A». El edil sugirió con esta frase que la denuncia interpuesta por su mujer por violencia de género fue falsa y alegó que hay muchas más «con varios objetivos, como obtener un divorcio rápido, una venganza o unos intereses económicos», señaló.

No fueron suficientes estas declaraciones para Máñez, ya que no dudó en criticar la «hipocresía política» de tener como recuerdo los nombres escritos de medio centenar de mujeres asesinadas «pero no he visto los nombres y apellidos de los hombres que han muerto por violencia de género».

Solo EUPV contestó y rebatió a Mañez tales acusaciones y declaraciones de un dirigente público. El portavoz y concejal de Urbanismo, Manuel Clemente, le recordó que solo el 0,0002 % de las denuncias puestas por mujeres son falsas, «por lo que poner en valor esa ínfima cantidad denigra la violencia estructural que sufren las mujeres solo por su condición de mujer». Además, Clemente le reprochó que cuando uno acepta una condena, «leve o grave», la persona ya está condenada, «y es suficiente motivo para reprobar a una persona y pedir su dimisión, y nos mantenemos en esa tesitura». «Lamento que el único edil que obtuvo el PSPV en Chiva, con su peor resultado, tenga un discurso de Vox», concluyó Clemente.

«Lo único que deseo a todos los hombres y mujeres de este plenario, con hijos varones, es que no tropiecen con una mala mujer y tengan que pasar por lo que yo he pasado», concluyó Máñez. El alcalde, Emilio Morales, cerró su turno de palabra y aseguró que «no entraría al trapo» de las polémicas declaraciones de Norberto Máñez.