El vertedero Basseta Blanca estará sellado y restaurado en dos años con una inversión de 10 millones de euros

Se instalará una central fotovoltaica en la parte superior que repercutirá en el pueblo y una planta de biogás, ambas para generar energía verde | La restauración será paisajística y ambiental

Robert Raga, Isaura Navarro y Joan Piquer frente al vertedero Basseta Blanca en Riba-roja.

Robert Raga, Isaura Navarro y Joan Piquer frente al vertedero Basseta Blanca en Riba-roja. / AS

Amparo Soria

Amparo Soria

Riba-roja de Túria no deja de sumar buenas noticias en esta recta final de la legislatura. A la construcción de una parada de metro en el centro de la localidad se añade otra reivindicación histórica que tiene los días contados: el sellado y restauración del vertedero Basseta Blanca, una de las preocupaciones y urgencias más importantes de este municipio desde el año 1996. Solo estuvo activo diez años, pero ya van más de 25 años sufriendo las consecuencias de un área degradada y mal regenerada que con cada lluvia saca lixiviados derivados de los residuos que están allí enterrados. En total, 6.000 toneladas que se depositaron entre 1986 y 1996. Ahora, camiones y tractores ya trabajan en el terreno tras la aprobación por parte de la Conselleria de Transición Ecológica del proyecto integral de sellado y restauración en el que ha invertido 10,5 millones de euros para ejecutar en 26 meses.

En un acto realizado esta mañana en el mismo lugar, el jefe de servicio de residuos de la Conselleria de Transición Ecológica, Emili Gombau, ha explicado los detalles técnicos de esta instalación y en lo que va a convertirse. Es la inversión más importante que va a realizar la Generalitat en materia de vertederos en toda la autonomía, con el presupuesto más alto. El origen del problema es que un vertedero construido en los años 80, como es este, no atendía a las normas de construcción que hoy en día rigen estos espacios. El sellado tampoco estaba adaptado a la normativa, por lo que la urgencia reside en controlar precisamente la entrada de aguas superficiales a la zona para que no salgan los lixiviados al exterior.

"Son más de 22 hectáreas de terreno, se construirán 125 pozos de desgasificación conectados a una zona de regularización y a una antorcha", ha explicado Gombau, quien ha añadido que van a desmontarse los taludes para remodelar la topografía y recuperar estabilidad. Con arquetas controlarán las aguas y con placas de polietileno se sellará para evitar flujos en el interior de la montaña.

Entrada al vertedero Basseta Blanca de Riba-roja.

Entrada al vertedero Basseta Blanca de Riba-roja.

La parte más alta de la meseta formada por residuos y tierra se destinará a instalar una planta fotovoltaica y una de biogás. Según ha explicado el director general de Calidad Ambiental, Joan Piquer, será una planta híbrida capaz de generar ambas energías. Por un lado, el emplazamiento es el ideal para construir un parque solar y además cuentan con los informes favorables de AENA por la posible afección al espacio aéreo. "Será una planta pública cuya energía reviera en la ciudadanía de Riba-roja de Túria para que la factura sea más barata", ha señalado Piquer.

Mientras, la consellera Isaura Navarro ha explicado que con este proyecto "se solventa un problema grave para el pueblo que estaba pendiente de arreglar por los que lo generaron", ha dicho. En este sentido, ha lamentado la "mala gestión heredada" de los gobiernos del PP y se ha felicitado de haber pasado de llevar a los vertederos un 68 % de los residuos antes de 2015 a haber reducido esta fracción hasta el 30 % actual.

Para el alcalde Robert Raga es un día de enhorabuena: "Se ha peleado desde el gobierno en los ocho años que llevo como alcalde, pero hay más de 30 años de movilización ciudadana del tejido asociativo para que se cerrara y se sellara", ha recordado.