La feria de Requena, inaugurada el viernes por el president de la Generalitat Ximo Puig, cerró el domingo con la máxima asistencia registrada en esta última edición. En ella, los asistentes aprendieron a preparar, en los espectáculos de cocina en vivo, un bocadillo de pan frito con panceta ibérica cocinada a baja temperatura, un ajo arriero en dos texturas y una reinterpretación de las tradicionales migas de pastor. Asimismo, mientras se sucedían los showcooking y las catas, las tradicionales degustaciones de embutido no cesaron. Los visitantes pudieron probar todo tipo de embutido artesanal, como el salchichón al cava, perro, morcilla de cebolla o güeña. Por supuesto, también el bollo que elaboran las panaderías, y los platos más tradicionales preparados por las Amas de Casa. Una edición que dejó a todos con un muy buen sabor de boca.