El informe del consistorio sostiene que, en el último año del contrato y especialmente en el periodo de prórroga (de febrero a noviembre de 2012), el mantenimiento de la maquinaria del servicio de limpieza y recogida de la basura a cargo de la exconcesionaria fue «escaso o nulo», lo que disparó los costes posteriores en reparaciones. El consistorio eleva a más de 200.000 euros la cantidad que FCC debería repercutir en las arcas municipales para compensar el «estado lamentable» en el que se encontraban algunos vehículos cuando abandonó la contrata. Es el caso de uno de los recolectores, que sufrió un accidente y resultó incendiado. El siniestro no fue comunicado por la mercantil, sino que el ayuntamiento tuvo conocimiento por otras vías, al aparecer abandonado en la calle. FCC entregó barredoras en estado «inservible» tras desoir las solicitudes de reparación, a tiempo que se observaron desajustes en el inventario y la desaparición de un portacontenedores.
