El proceso de pacificación social y política del conflicto que durante diez años ha agrietado las relaciones entre el Consorcio de Residuos (COR) y la Mancomunitat de la Vall d'Albaida ha entrado en una fase decisiva. La asamblea del organismo que gestiona la basura de esta y otras cuatro comarcas abordará el próximo martes una resolución política firmada por el presidente, Roger Cerdà, que da valor a las reivindicaciones del ente comarcal y asienta las bases de un nuevo marco de trabajo encaminado a atender sus demandas.
Según ha podido saber este diario, el documento reconoce los «errores» de la entidad en un pasado dominado por la falta de diálogo y el enfrentamiento judicial con la Mancomunitat y aboga por refundar los principios del COR para iniciar un nuevo camino de «solidaridad intercomarcal».
Al mismo tiempo, el ente que también gestiona los residuos de la Costera, la Canal, la Safor y el Valle de Ayora ha abierto un expediente de responsabilidad patrimonial para determinar „con la ayuda de los técnicos„ si corresponde indemnizar a la Mancomunitat de la Vall por los sobrecostes derivados del excesivo kilometraje que a diario efectúan los camiones de su concesionaria para transportar la basura hasta la planta de transferencias de Ròtova. Para dar cobertura al gesto, el COR va a incluir una partida económica en el presupuesto de 2017 para afrontar la posible compensación. En julio, el presidente de la Mancomunitat alzó la voz para reclamar al Consorcio cerca de 600.000 euros en «costes extra» entre agosto de 2014 „cuando el COR asumió el tratamiento y la eliminación de la basura de la Vall„ y junio de este año. Vicent Gomar (PSPV) acusó al COR de no respetar ni sus propios estatutos ni su proyecto de gestión ni el Plan Zonal de la Generalitat, que subraya la necesidad de habilitar plantas de transferencia en aquellos casos en los que las instalaciones de valorización se encuentran a más de 30 minutos del centro productor de residuos. Aunque la planta de El Palomar se llegó a acondicionar para este fin,sigue cerrada y sin uso cuatro años después de iniciarse el periodo transitorio.
El COR todavía está en proceso de cuantificar la cantidad con la que podría tener que indemnizar a la Mancomunitat, mientras sondea una alternativa para la transferencia de la basura sin incumplir el criterio de distancia. De momento no ha trascendido cuál.
Encaje en la normativa
La resolución política que el martes se elevará a la asamblea del COR aboga por desempolvar el Plan de Minimización cuya aplicación reivindica la Vall d'Albaida. Sin embargo, primero se ha de examinar su encaje dentro de la ley autonómica que delimita esta comarca en el Plan Zonal del Consorcio V5. De ahí que el documento anuncie la necesidad de explorar las posibilidades técnicas, económicas y legales para configurar un nuevo modelo que modifique el actual Plan de gestión y plantee una nueva relación bilateral entre los concesionarios de uno y otro organismo, siempre que sea jurídicamente viable previa consulta al Consell Jurídic Consultiu.
El COR reconoce el Plan previo de la Mancomunitat y quiere darle más autonomía a este ente, pero propiciando un marco de colaboración entre las concesionarias de uno y otro organismo y proponiendo la integración en el Consorcio de los ayuntamientos de la Vall que aún no forman parte de la asamblea „como es el caso de Ontinyent„donde podrían tener voz y voto en su seno. Hace meses se barajó un acto para formalizar esta integración, pero terminó frustrándose y aplazado sine die.
El COR se compromete a abordar el proceso de diálogo «sin imposiciones». El documento de acuerdo se remitirá a la Mancomunitat y se abordará en el pleno de esta entidad comarcal.
El texto plantea la necesidad de acelerar los trámites administrativos para que las instalaciones propias de tratamiento y eliminación que pide la Vall d'Albaida se ejecuten lo antes posible.
De esta forma, se pretende desencallar la gestión de residuos de la comarca y salir del escenario de transitoriedad permanente que se arrastra como consecuencia del eterno conflicto judicial y político, con la mirada puesta en alcanzar «la paz social». Según los cálculos manejados, la planta de Bufali podría ponerse en marcha en 2017. Este es el único municipio de la Vall d'Albaida que propuso emplazamiento al COR dentro del proceso abierto para decidir dónde se ubicaban las instalaciones.
