El Ayuntamiento de l'Olleria ordenó ayer en torno a las tres de la tarde la reapertura de la piscina municipal tras haber procedido a la limpieza y tratamiento en profundidad de la misma, ya que por la noche alguien entró al recinto y defecó en el agua según confirmó ayer a Levante-EMV el alcalde, Julià Engo. Como medida preventiva tras detectar a primera hora de la mañana las deposiciones flotando en el superficie del agua, los responsables de la instalación procedieron al cierre de la misma. La medida privó a los niños de la escuela de verano, así como al resto de usuarios, de poder hacer uso de la instalación por la mañana. El consistorio anunció por redes sociales que trataría de solventar este contratiempo lo antes posible ya que no sólo se trataba de retirar las deposiciones, si no que había que aplicar un tratamiento especial al agua para garantizar su plena salubridad. Finalmente, el tratamiento fue más rápido de lo esperado y tras realizar las mediciones de calidad del agua oportunas, el ayuntamiento ordenó la reapertura de la piscina para el horario de tarde.

El primer edil de l'Olleria explicó que la Policía Local ya está investigando quiénes han podido ser los autores de los vertidos. Engo lamentó que se den este tipo de acciones, aunque aclaró que como ésta ha sido la única. «Hace un año pillamos a varios menores cenando en la piscina, de noche. Pero a parte de saltar al interior no echaron nada al agua», recordó. El alcalde admite que hay un incremento del vandalismo pero en parques u otras zonas, «y algo menos en la piscina. Vigilaremos más pero tampoco vamos a instalar un Gran Hermano en todo el pueblo y coartar la libertad del resto», dijo.