La dirección general de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana ha iniciado el expediente para declarar Bien de Interés Cultural Inmaterial (BIC) los actos de las Ambaixades de las fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent así como la Baixà del Crist. El alcalde, Jorge Rodríguez, tras conocer ayer el inicio de la tramitación del expediente ha mostrado su alegría y señalaba que «estamos convencidos [de que este paso] conducirá al otorgamiento de la máxima protección a uno de los elementos principales de nuestro patrimonio cultural inmaterial», relató ayer. El primer edil mostró, además, su agradecimiento a «todas las personas e instituciones que han participado de una u otra forma y en particular a la Societat de Festers», recalcó.

Esta luz verde a la futura distinción coincide en el tiempo, no obstante, con el relativo freno con que se ha encontrado la declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional del conjunto de los festejos morocristianos de Ontinyent, en proceso. Tal como anunciaron en público los responsables municipales el mes pasado, este expediente podría haberse ralentizado con el periodo de traspaso de poderes vivido en el gobierno central tras el relevo en la presidencia y el consiguiente cambio en todos los departamentos ministeriales, ya que esta distinción la tutela el gobierno de España.

Las Fiestas de Moros y Cristianos de Ontinyent ya fueron declaradas Bien de Relevancia Local en 2015. Sin embargo, las Ambaixades y la Baixà del Crist son dos actos que el Ayuntamiento de Ontinyent y la Societat de Festers, que ya solicitaron este reconocimiento en 2011, consideran que posee unas características singulares que requerirían una mayor protección patrimonial. Por ese motivo enviaron una petición formal el pasado mes de marzo.

El presidente de la Societat de Festers, José Rafael Sanchis, ha explicado que la solicitud se hizo «para garantizar y proteger en un futuro la esencia de las Fiestas». Además, Sanchis ha mostrado su satisfacción por el inicio del expediente. Considera que estos actos «identifican plenamente Ontinyent. Por un lado la Baixà del Crist representa el sentimiento religioso del pueblo y la Ambaixada, nuestro pasado histórico», afirma.

Las Embajadas datan de 1860, fueron escritas por el famoso literato Joaquín J. Cervino y no se ha modificado la esencia del acto desde su inicio. En cuanto a la bajada del Crist de l'Agonia, su inicio data del mismo año y tampoco ha variado su itinerario nunca. Es, además, «heredero directo de las salvas de honor que disparaban las milicias efectivas de época foral».