Menos de seis meses han durado los sillares que marcan el camino de la ermita y el paraje de Sant Esteve de Ontinyent. Un acto vandálico ha destrozado seis de los diez mojones instalados el pasado mes de abril „dos de ellos fueron destruidos en el mes de julio y los otros cuatro hace unos días„ y que estaban construidos con piedra de Ulldecona, una roca calcárea de gran calidad, y de vidrio, y eran obra del artista albaidense Pep Sanjuan, autor de muchas de las vidrieras del templo de la Sagrada Familia de Barcelona. La piedra de Ulldecona también es un material presente en la basílica y obra maestra del arquitecto modernista Antoni Gaudí.

Los sillares, que están decorados con versos y textos alusivos a la fiesta y al paraje de Sant Esteve, fueron inaugurados el pasado mes de abril por el alcalde de Ontinyent y entonces presidente de la Diputació de València, Jorge Rodríguez, ya que la instalación de estas señales de piedra y de unas barandillas colocadas en el mirador de la ermita formaban parte de una actuación en la que la corporación provincial aportó una subvención de 23.000 euros.

Los destrozos en los seis sillares se unen a otros actos vandálicos que ha sufrido el paraje y la ermita con anterioridad, aunque nunca tan significativos como el ahora perpetrado, según indican desde la Associació de Llumeners de Sant Esteve, entidad encargada de velar por la protección del paraje. La asociación lamenta una «agresión vandálica» que ha destruido «la labor realizada. Luchamos por mejorar el paraje, buscamos ayudas de las administraciones y cuando lo conseguimos, lo destrozan», expresaba ayer disgustado un integrante de la asociación, que cuenta con unos 200 socios. Dos de los sillares fueron estropeados en julio y, según explican desde los Llumeners, antes de que la asociación pudiera reponer esos desperfectos han roto otras cuatro señales más.

Los Llumeners ponen de manifiesto «el gran esfuerzo y dedicación que realizamos desde nuestro pequeño colectivo de gente para mantener y dignificar un paraje que tanto representa para los ontinyentins y valldalbaidins y queremos expresar nuestro pesar por el hecho de que puedan ocurrir actos como el que ha destruido estos elementos». Desde la entidad señalan que los vidrios «eran de un grosor considerable, anti vandalismo, pero aún así y todo los han roto». La ermita de Sant Esteve, en la Serra Grossa, es un espacio muy transitado diariamente por paseantes o gente que practica deporte por la zona. Además, en Pascua y días festivos es lugar de gran concurrencia por las magníficas vistas que ofrece de la Vall d'Albaida.

La instalación de estos diez sillares de piedra y vidrio colocados cada 500 metros para marcar la subida a la ermita de Sant Esteve, obra del artista Pep Sanjuan, se enmarcaban en una de las fases de un proyecto a largo plazo para instalar obras de diferentes artistas de la Vall d'Albaida, tanto en la subida a la ermita como en los alrededores del histórico inmueble del siglo XVII, declarado Bien de Relevancia Local (BRL).

Los destrozos ahora ocasionados motivan que la Associació de Llumeners de Sant Esteve se replantee esta iniciativa y, según han manifestado, «estos hechos lo que consiguen es desincentivar cualquier idea de este tipo dada la falta de respeto mostrada por alguna persona sin demasiado sentido común». La asociación confía que quien ha perpetrado este acto vandálico recapacite, aunque añaden que «lamentablemente ya es demasiado tarde para el resto de visitantes del paraje». Los Llumeners de Sant Esteve, que afirman no entender que alguien «encuentre placer en destruir un trabajo hecho por otros, de forma desinteresada para mejorar un paraje que a todos nos gusta», esperan que estos hechos vandálicos no se repitan.