La concejal del Ayuntamiento de Ontinyent Virtudes Guillem ha anunciado su dimisión como regidora de Seguridad y de Policía Local. Además, dejará el acta de edil en el consistorio. Según fuentes municipales, la dimisión se debe a asuntos personales. La regidora se vio envuelta meses atrás en una polémica al ser acusada de haber cobrado un cheque de la Cruz Roja, organización que había dirigido durante años pero cuya presidencia ya había dejado.

A principios del pasado mes de septiembre, Guillem fue detenida e interrogada por la Policía Nacional por su presunta implicación en la desaparición de un cheque de la Cruz Roja. La regidora seguró a Levante-EMV que todo respondía a «un malentendido» y garantizó que se iba a «aclarar». Cruz Roja de Ontinyent denunció que Guillem, histórica presidenta de la organización pero en ese momento ya sólo voluntaria, había cobrado un cheque de 600 euros extendido por la organización. Ella aseguró que lo cobró para entregarle después el dinero en efectivo al jardinero que trabaja en las instalaciones, extremo éste que causó perplejidad porque esas atribuciones ya no le correspondían a ella.

Cruz Roja de la capital de la Vall ya había denunciado a finales de agosto el extravío de su sede de un cheque al portador de 600 euros listo para ser cobrado. Poco después se supo que la concejal, con entrada en la institución ya que es voluntaria, lo había cobrado.

El PP de Ontinyent pidió la destitución fulminante de la regidora. Y Compromís pidió prudencia a la vez que exigió conocer lo sucedido. Pero tanto desde el equipo de gobierno que preside Jorge Rodríguez como desde la Cruz Roja reinó el silencio sobre este asunto. La organización humanitaria no ha aclarado si da por buena la versión de Guillem o si esta, ante la evidencia de los hechos, habría devuelto los 600 euros a Cruz Roja.

La regidora tenía pensado dimitir hace ya unas semanas, pero se ha mantenido en el cargo dadas sus responsabilidades en las fiestas del Bou de la Puríssima.