Un plazo tan concreto (no más allá de finales de marzo del próximo año, en el peor de los casos), ha devuelto el optimismo a quienes reclaman volver a disponer de trenes de cercanías. Y es que las obras de la alta velocidad han alterado más de la cuenta ese tramo de la línea Moixent-Valencia, hasta el punto de que serán al final casi diez años los que los usuarios de Moixent, Vallada y Montesa han realizado o el tramo inicial del viaje rumbo a Xàtiva o a Valencia o bien el tramo final, de regreso, en autobús, con la estación de l'Alcúdia de Crespins como referencia.