«Más fácil no; menos cosotoso y con menos riegos». Así resumía ayer un joven montador de la Foguera de Canals lo que ha supuesto la aplicación de unas medidas de seguridad y unos medios técnicos al servicio del montaje nunca antes vistos. La hoguera ha comenzado a tomar forma de manera más rápida gracias a la acción de un camión grúa, que ha movido los troncos más pesados. Ello está agilizando notablemente el montaje ya que ayer miércoles, sólo un día después de la Planta del Pi, ya se veía un mayor volumen que otras veces. El martes se llevó a cabo la tradicional colocación del tronco principal, en medio del habitual ambiente festivo que reina cada primer día del año en Canals.

Este año, además, se han extremado las medidas de seguridad. Y los accesos a la zona de montaje están limitados con vallas para que sólo se acerque el personal autorizado. Los operarios van con arnés y con casco, y llevan chalecos rojos reflectantes. Todo ello da una imagen un tanto chocante ya que el montaje de la Foguera de Canals siempre se ha llevado a cabo de una manera un tanto primitiva, dado que se trata de una celebración ancestral en la que tiene mucha importancia la tradición.

«Está ya como está normalmente el día de Reyes», se atrevía ayer a comparar un espectador. Pero los montadores saben que una cosa es la apariencia inicial y otra, pulir la hoguera para que presente al final ese impecable aspecto de cono completamente recubierto de verde. Se termine, pues, antes de tiempo o con las prisas habituales, los festeros de Canals han pactado, como manda la tradición, que los montadors entregarán la hoguera el día 15. Y la pira arderá la noche del 16 a partir de las 21 horas.