La 39ª edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) se inauguró ayer en Madrid con la presencia de los Reyes de España y el mayor despliegue policial que se ha visto nunca en Ifema. Un cordón de policías y decenas de vehículos equipados para intervenir, rodearon literalmente el recinto ante las protestas de unos taxistas madrileños que no quisieron dar ni la mínima tregua y colapsaron todas las entradas y salidas en una protesta unánime. Obvio es decir que el metro reventó su capacidad para absorber pasajeros y fue insuficiente para llegar a tiempo hasta el Campo de las Naciones. Estos imprevistos provocaron que muchos protagonistas (léase alcaldes, concejales, diputados, presidentes, comitivas...) no saliesen en la foto y llegasen tarde a la inauguración. Fue un mal menor.

Y es que un año más Fitur vuelve a batir récords de participantes: 10.487 expositores y más de 160 países, lo que ha obligado a abrir el pabellón 2 y que convierten de esta forma a la Feria de Turismo en el evento internacional más importante que se celebra en nuestro país. Todo el turismo mundial se concentra en los diez pabellones de Ifema. Hay quien se pregunta si habrá que ampliar la feria o quizás construir una nueva ubicación. Unos más y otros menos, pero se dice que si no estás en Fitur no existes. Y a eso se agarran las comunidades más generosas en mostrar sus ofertas y las que no destacan precisamente por ser un destino turístico, aunque en demasiadas ocasiones las apariencias engañan y Andalucía, que todavía no he entrado en recesión tal como han anunciado sus nuevos gobernantes, sigue siendo la más poderosa; la que más llama la atención; la que ocupa todo un pabellón para ella sola y así queda libres de malas compañías.

Veremos lo que les dura el pastel. Le quitaron hace tres ediciones el galardón a la Comunitat Valenciana, que no estaba para muchos trotes después de los continuos escándalos que salpicaron las contrataciones de Fitur: sobreprecios, cohechos varios y mordidas por doquier. Así que tocaba apretarse el cinturón y dejar las complacencias para otros momentos. La Comunitat Valenciana cambió su estilo, su forma de presentarse en Fitur pero también demasiadas veces la careta de su identificación.

Espacio en la «Dipu»

La Diputación de Valencia, cabeza visible del turismo en la provincia, cortó de cuajo el València Terra i Mar y se lo cambió por València Turisme, que digan lo que digan no deja de ser un eslogan frío y sin personalidad. Los alcaldes lo saben pero lo dicen en voz baja. Confían en sus propios recursos para mostrar todo lo que tienen y todo lo que pueden ofrecer, pero la Diputación es necesaria al menos hasta el momento, ya que de ella depende el montaje y la infraestructura. Además València Turisme ha presentado este año su nueva marca Try València. The bright side of life O sea, se muestra la luz de Valencia, la luz que ilumina la decisión más brillante con su visita. Una luz que enamora y que irrumpe en un cielo azul inmaculado. No deja de ser una marca que pretende aglutinar todas las sensibilidades de las diferentes comarcas. Todo queda en duda todavía.

La infraestructura de la Diputación para Fitur, ha sido fría y liosa para el quien busca un destino determinado dentro de la provincias de Valencia. Ya lo comentábamos el pasado año en la crónica del pasado Fitur. El visitante no se entera de lo que tiene encima del mostrador. Simplemente hay folletos que pueden ser de la tamborada de Alzira o del teatro romano de Sagunto. No hay espacios para la diferenciación. Y la lista de pueblos juntos y además revueltos mes interminable: Xàtiva, Ontinyent, Canals Algemesí, Sagunt, Xeraco, el Puig de Santa María, Cofrentes, Manises, Albaida, Carcaixent, Llíria...

Ontinyent lo deja para el sábado

Ontinyent acude a Fitur con una representación del Ball dels Cabets, parajes naturales y gastronomía en la que destaca curiosamente l'arròs al forn. La capital de la Vall d'Albaida pretende recuperar sobre todo su atractivo para un turismo de calidad. Xàtiva por su parte vuelve a reclamar protagonismo con el Espai Borja, inaugurado en el antiguo hospital y que se trata de una de las acciones del convenio firmado con Turisme que pretende poner en valor el legado de la familia Borja y atraer a visitantes interesados este argumento histórico, que podrán recorrer el centro histórico siguiendo la Ruta de los Borja, un recorrido por once puntos singulares para introducirse en el ambiente histórico de la ciudad. Una subvención de 80.000 euros sirve para seguir promocionando el Espai Borja, ya que según la concejala de turismo Mariola Sanchis, «estamos trabajando en diferentes frentes que sirvan para la promoción de Xàtiva. Y aspectos como el Belén Monumental o las visitas al castillo que ya han superado los 10.000 turistas dan idea del trabajo llevado a cabo», dijo ayer la edil. «Hemos incrementado en cuatro años un 70% las visitas a la fortaleza y además el Festival Internacional Nits al Castell supone un nuevo revulsivo turístico. Creo que estamos en el buen camino», sentenció. Por su parte el alcalde Roger Cerdà hizo también hincapié en la importancia de la imagen de los papas, que debe seguir siendo el escaparate de una ciudad «que muestra todo lo que tiene, y que lo muestra con orgullo», afirmó.