Se puede decir que es el carnaval de referencia de la Vall d'Albaida. La localidad de Bèlgida se sumerge desde hoy en su carnestoltes y lo hace con una novedad: un acto que va más allá de este fin de semana, un gran tardeo con la orquesta Freedom previsto en el Parc Enric Valor el sábado 9 de marzo desde las 16 horas. Según explicaba ayer a Levante-EMV el alcalde, Diego Ibañez, la potencia con la que se está organizando este año el carnaval y el hecho de añadir incluso un acto más se debe, sin duda, al empuje de los quintos. Y es que los jóvenes que cumplen 18 años son esta vez 16, «un número increíble ya que algunos años han sido dos, o tres... o incluso un año era solo una chica», recordaba ayer el primer edil. El pasacalle del carnaval escolar (hoy a las 15.30 horas) y la cena de quintos, a las diez de la noche, centran el programa de hoy.

Mañana viernes es la primera de las jornadas importantes de estos festejos, con la dansà. A las 16.30 horas comenzará la recogida de balladors. La dansà comenzará a las cinco de la tarde. La nueva cita con las danzas es a las 20.45, con la dansà de disfraces. Se entregarán premios en metálico: un primero de 125 euros, un segundo de 75 y un tercero de 50. A las diez de la noche, cena de disfraces con charanga (en la carpa) y a partir de la una de la madrugada, sesión de discoteca móvil Spam Group.

El sábado es la gran cita: la enfarinà. Comenzará a las cuatro de la tarde, con posterioridad a una comida en la carpa también amenizada por una charanga. Los enfarinats prolongarán la diversión con una macro discomóvil en el parque de Ausiàs March desde las seis y media de la tarde. La gran Dansà, acto final de los festejos, está marcada para las cinco de la tarde del domingo. Y tal como se ha señalado, la fiesta continuará el sábado siguiente con la Freedom.

Una celebración en auge

El alcalde se muestra satisfecho del auge que tiene esta fiesta. «La dansà nunca desapareció, pero llegó a bajar mucho y lleva unos años en que es más fuerte cada vez», asegura. Y la enfarinada hubo unos años que era sólo para gente del pueblo, pero «cada vez viene más gente de fuera. Se suman de Atzeneta, de Carrícola, de Otos... La verdad es que está en auge», afirma.