Chella ya tiene sus fallas plantadas en la Avenida de las Palmeras, esperando a ser pasto de las llamas el próximo martes en la Crema. Pero antes, falleros, falleras y demás vecinos de la localidad tienen ante sí un calendario frenético. Pólvora, pasacalles, música, ofrendas, cabalgatas, buñuelos, paellas... Eventos a los que este año, como novedad, se ha añadido el acto de la Crida. «Es la primera vez que se ha hecho en Chella y la verdad es que ha gustado mucho», explica Mª José Gandía, presidenta de la falla No Ni Na. La Fallera Mayor, Elena Pascual; la Fallera Mayor Infantil, Nerea Bataller, y el presidente infantil, Gabriel Granero, pudieron dar la bienvenida a las fiestas josefinas desde el balcón del Hogar de los Jubilados acompañados del alcalde de Chella, José Enrique Talón. Un espectáculo pirotécnico, como manda la tradición valenciana, puso el broche de oro a la noche. Además, las otras fallas de la Canal, la No Ni Poc de Bolbaite, que como cada año adelantó una semana las celebraciones, y El Trampot, de Enguera acudieron a apoyar la iniciativa.

Gandía repite en el cargo de presidenta por quinto año consecutivo, y aunque reconoce el desgaste y las dudas sobre su continuidad, está contenta con el trabajo realizado estos años. «Los miembros de la junta han aumentado, ahora somos 36 trabajando desde el 20 de marzo para que Chella pueda disfrutar de todos los actos falleros que se celebran durante todo el año. A ellos los felicito por el resultado de estos años falleros y les agradezco el que me hayan permitido encabezar esta entidad», afirma la máxima responsable.

La No Ni Na, por otro lado, cambia de artista en el cadafal infantil. Este año es Alfonso Almiñana y no el chellino Víctor Navarro, quien firma un monumento dedicado a los Picapiedra. Pedro, Pablo, Wilma y Betty y su hábitat se convierten en cartón piedra para hacer vivir a los más pequeños una nueva aventura fallera. Por su parte, el monumento que preside el paseo de Chella cuenta con la firma de Josep de la Torre y porta por título un significativo Quién te ha visto y quién te ve. De forma satírica, el artista explora la evolución del mundo fallero. Repasa desde los cambios en los propios cadafals a la vestimenta, la música o las mascletaes. «De l'estoreta velleta, la madera y el cartón se ha pasado a un trozo de corcho modelado por un robot, en el que el arte, el ingenio y la gracia brillan por su ausencia», critica. En el propio monumento hay un contraste de figuras realizadas con una y otra técnica.