Dos meses después de las elecciones municipales, el equipo de gobierno de l'Alcúdia de Crespins dio luz verde en el pleno del jueves a la nueva arquitectura del ayuntamiento para la legislatura que comienza. Una de las principales novedades es que el PP, pese a estar en la oposición, gestionará la delegación de Sanidad y Promoción de la Salud y estará integrado en la junta de gobierno, después de aceptar la propuesta planteada por la coalición PSPV-Compromís. La citada ponencia quedará en manos de Esteban Arnau.

La reedición del acuerdo de gobierno ha desembocado en una reestructuración interna. El alcalde, el socialista Roberto Granero, seguirá al frente del área de Hacienda, si bien asume Servicios Municipales, gestionada con anterioridad por Compromís, y dejará en cambio Cultura, Fiestas y Promoción Económica. Esta última delegación, junto a Vivienda, Ocupación, Turismo y Transparencia y Modernización, pasa a manos del edil socialista Pedro García, que vuelve al consistorio tras su salida durante la pasada legislatura, cuando estaba en Compromís. El edil Gerard Gimeno continuará al frente de Deportes y Juventud, mientras que Maite Juan, además de Educación e Igualdad, se encargará de Diversidad e Inma Penadés seguirá como edil de Servicios Sociales.

Aumento de las retribuciones

En Compromís, Pepe Garrigós ostentará la vicealcaldía y sumará Movilidad a las áreas de Personal y Seguridad Ciudadana, mientras que Amparo Albalat será la concejala de Cultura y Fiestas, y Jordi Caparrós conserva Urbanismo, Medio Ambiente y Agricultura, además de asumir Obras Públicas y Gestión de Residuos.

El equipo de gobierno ha decidido incrementar notablemente sus retribuciones respecto al mandato anterior. El alcalde, Roberto Granero, tendrá un sueldo de 2.450 euros brutos al mes por su dedicación exclusiva al ayuntamiento, un incremento del 48% respecto a los 1.650 euros aprobados en 2015, al comienzo de la anterior legislatura. Por otra parte, el regidor a Jordi Caparrós (Compromís) se le asignado una dedicación parcial del 55%, con un sueldo de 730 euros brutos, mientras que otros cuatro concejales estarán liberados al 30% y cobrarán 399 euros brutos al mes cada uno.

En 2015 solo se fijó una dedicación parcial de 312 euros mensuales. Además, las retribuciones de los concejales sin dedicación por asistencia a plenos y juntas de gobierno prácticamente se triplican (de 27 a 75 euros de 27 90 euros respectivamente). Por cada comisión cobrarán 40 euros.