Ni el frío ni la lluvia impedirán mañana 21 de enero que centenares de vecinos de Benigànim y devotos acudan a rendir honor a la Beata Inés. Y es que este es, sin ninguna duda, el día grande de Benigànim, el más importante. Y así se va a vivir, porque la Beata Inés es algo más que una fiesta o una celebración. Es religiosidad, cultura, tradición, son reencuentros, fe, historia… Una historia que padres, abuelos y antepasados han transmitido a través de la devoción, el afecto y la fe a la mujer más importante que ha dado esta población. Una mujer que ha llevado el nombre de Benigànim por los más remotos rincones de nuestra tierra, con una humildad y dignidad que hoy cuatro siglos después, hace sentir a todos los vecinos y vecinas orgullosos, y sigue uniéndolos de forma fraternal en torno a su figura.

Así pues, mañana martes se celebrará la fiesta litúrgica con las celebraciones de las misas de las 7 y las 8 de la mañana. A las 11:30 h la misa solemne pontifical presidida por el obispo auxiliar de València Monseñor D. Arturo Pablo Ros Murgadas y la presencia de autoridades, festeros y festeras se celebrará en el interior de la iglesia de la Beata Inés. Como novedad, este año, por la tarde a las 18 horas en la misma iglesia de la Beata Inés se celebrará unas solemnes vísperas acto de devoción a la Beata Inés, a cargo de las Agustinas y de Don Antonio Martínez López, con la presencia de una de las reliquias más preciadas de la Beata Inés, El Redonet, pequeña estampa del Ecce-homo que utilizaba la religiosa para acudir al coro a rezar y cantar el oficio divino, y que se conserva entronizada en la Parroquia San Miguel Arcángel de Benigànim.

Será el próximo fin de semana cuando se celebrarán los actos pospuestos a causa del temporal, los más multitudinarios, y el sábado día 25 a las 21:30 horas cuando se prenderá fuego a la tradicional hoguera, y el domingo día 26 de enero a las 4 de la madrugada la despertà de l’Aurora cantará sus coplas por las calles de Benigànim. A las 7 la despertà con tronaors, a las 8 misa de comunión, y a las 11:30 horas la Solemne Misa de Campaña en la plaza de la Beata Inés. A las 17 horas la Procesión de la imagen de la Beata Inés, con las representaciones de los tradicionales Miracles. Tras ella el sorteo de los festeros y festeras para el 2021 y el disparo de un castillo de fuegos artificiales.

Terminarán así unas celebraciones que pasarán a la historia como las del año 2017, que también se aplazaron. Pero si sirve de consuelo y se retrocede en los siglos, la historia indica que hace 324 años, concretamente en 1696, fue un año muy lluvioso. Y tal día como mañana, 21 de enero, de aquel año fallecía la Beata Inés envuelta de un inmenso temporal de lluvia y frío, que destacan de torrenciales las biografías de la religiosa, tal fenómeno meteorológico no impidió que durante los cuatro días que estuvo expuesto el cadáver de la venerable Josefa María de Santa Inés, acudieran al convento miles de personas de todas clases y estados a manifestar los respetos de la venerable, aclamándola como santa para su mayor gloria. Una gloria que curiosamente este año 2020 llega los mismos días en nombre de temporal.