Lo que parecía un denunciable hecho aislado en Navidad está empezando a transformarse en rutina en Aielo de Malferit. El IES Porçons de la localidad volvió a sufrir la semana pasada la visita de unos vándalos que provocaron diversos desperfectos en sus instalaciones: pintadas en las ventanas, una papelera encestada en una canasta, unos baños inundados por unos grifos saboteados... El Ayuntamiento de Aielo de Malferit ya ha pedido la colaboración de los vecinos y vecinas del municipio para localizar al o los autores de estos actos.

El primero de los ataques sufridos en el instituto tuvo lugar en las vacaciones de Navidad. «Ya fue desagradable, pero es que luego han vuelto a incidir», señalaba ayer Juanra Espí, alcalde de Aielo de Malferit. «Suponemos que son chavales, de entre 16 y 18 años, alumnos o exalumnos del instituto, por lo que rezan las pintadas que han hecho contra los profesores», añadía el munícipe. La ciudadanía ya ha trasladado diversas informaciones sobre la autoría de los actos a la Policía Local, y el equipo directivo del instituto también está trabajando para esclarecer lo sucedido. «No obstante —avisa Espí—, habrá que corroborarlo todo antes de poder realizar alguna denuncia. Va a ser complicado», expresaba el munícipe. Por ello, insiste en pedir a la ciudadanía que informen de todo cuanto sepan, y que hagan extensa un clima de condena a los hechos entre todos los vecinos y vecinas de la población.

Tras el último ataque contra el instituto Porçons, que tuvo lugar a mediados de la pasada semana, este fin de semana el campo de fútbol de Aielo de Malferit también ha sufrido la visita de unos vándalos, probablemente —afirman desde el ayuntamiento—, los mismos que los del centro de secundaria. «Entraron, cogieron sillas y las arrojaron por ahí. También han ensuciado todo el campo con papelitos y tiquets. Al ser un verde de césped artificial, se han tenido que recoger uno a uno», explicaba Espí. El alcalde espera que Aielo de Malferit pueda identificar a los culpables de estos ataques, o que en caso contrario, la denuncia social haga que los actos vandálicos dejen de suceder.