De Ontinyent al Dakar como jefe del «buggy» de Laia Sanz

Miguel Ángel Guerrero es el responsable mecánico del equipo Astara y afrontará a partir del 1 de enero su tercera experiencia en una de las pruebas de motor más duras del calendario

Miguel Ángel Guerrero Ferrero (Ontinyent, 1978) ya ultima los detalles de su próxima experiencia en el Rally Dakar, una de las pruebas más duras del calendario del deporte de alta competición. El próximo 1 de enero comenzará en Arabia Saudita la 45ª edición de la prueba y el mecánico nacido en la Vall d’Albaida será el responsable del equipo Astara, encargándose —entre otros vehículos— del buggy que conducirá la piloto Laia Sanz.

Guerrero será el mecánico jefe del equipo Astara, que esta semana ha estado en el circuito Paul Ricard de Marsella verificando y embarcando los vehículos. La cita comienza de forma oficial el 1 de enero y la previsión del equipo es partir desde Madrid el 27 de diciembre. Guerrero formará parte de un plantel de 32 personas que buscará la victoria. 

«Creo que Laia puede ganar en buggy, es una piloto muy fuerte y tenemos mucha confianza en el coche», apuntó ayer el responsable del vehículo a Levante-EMV. El coche al que hace referencia es un buggy Astara 01 Concept de 2 ruedas motrices, que está alimentado por e-fuel y no deja huella de carbono en el ozono.

Antes de trabajar con Sanz, Guerrero ha sido mecánico de Óscar Fuertes y Ssangyong en el campeonato de España y en dos Dakar, siendo en uno de ellos el responsable de mecánicos del equipo: «Han visto que mi perfil era válido. Desde el año 1997 y hasta 2008 trabajé como mecánico industrial. En esos años fue cuando adquirí los conocimientos de mecánica, soldadura y mecanizado de maquinaria necesarios y desde el 2009 he estado participando en carreras off-road. Llevo 14 años en la competición, este será mi tercer Dakar». 

«Es una carrera muy exigente, que en ocasiones te lleva al límite, tanto mental como físicamente»

Consultado sobre la dureza de la mítica prueba, su contestación no deja lugar a dudas: «Es una carrera muy exigente, que en ocasiones te lleva al límite, tanto mental como físicamente. Debes aprender a dosificarte a lo largo de la competición. Por el día, duermes mientras te desplazas y al llegar al vivac montas todo el escenario de asistencia y te pones a trabajar en el coche. Cuando terminas, lo recoges todo, cargas el camión y ya no te queda mucho tiempo para nada más». 

Y espera una edición más exigente: «Este año se presenta una carrera más dura en cuanto a pilotaje y navegación. Pienso que para las asistencias también lo será. No lo sé a ciencia cierta, ya se verá. Cada Dakar es único, no sabes lo que te vas a encontrar». Por último, animó a aquellos que piensen en sumarse a la cita: «Para la gente que le guste el off road, el Dakar es la carrera top».