Una intensa granizada deja daños en varios municipios de la Vall d'Albaida

El pedrisco de calibre importante afectó el sábado a los cultivos de poblaciones como Castelló de Rugat, Montitxelvo, Llutxent y la Pobla del Duc

Granizo descargado en Castelló de Rugat.

Granizo descargado en Castelló de Rugat. / METEOPOBLE, NANDO

Sergio Gómez

Sergio Gómez

Las tormentas del fin de semana han ido acompañadas de pedrisco de un calibre considerable en diferentes municipios de la Vall d'Albaida. El sábado por la tarde, una intensa granizada muy localizada afectó a los términos de Montitxelvo, Castelló de Rugat, Llutxent, la Pobla del Duc o Benicolet y dejó destrozos notables en diferentes cultivos agrícolas.

A falta de una evaluación exhaustiva, desde la delegación comarcal de La Unió de Llauradors apuntan a que el daño se concentró sobre todo en la zona articulada en torno a los Quatre Camins, un eje viario vertebrador de los sectores agrícola y ganadero del territorio que cada día conecta a más de 8.000 personas de las poblaciones limítrofes.

El granizo también hizo acto de presencia en los términos de Benigànim o Quatretonda, aunque con una intensidad mucho menor, más diluido en el agua.

Pedrisco de gran tamaño recogido en Castelló de Rugat.

Pedrisco de gran tamaño recogido en Castelló de Rugat. / METEOPOBLE, NANDO

Dado que la fruta de verano ha terminado ya de recolectarse, el cultivo estrella del campo en la Vall d'Albaida se ha librado del impacto de la granizada, aunque hay otras cosechas que se van a ver mermadas en el tramo afectado.

En cualquier caso, el delegado de La Unió en la Vall d'Albaida, Juan José Climent, subraya que las lluvias del fin de semana han sido beneficiosas en términos generales para la agricultura de la comarca, sobre todo para las próximas cosechas de naranjas, aceitunas y caquis."Han caído entre 20 y 40 litros por metro cuadrado según las zonas y el agua va a ser muy buena, sobre todo para las olivas", subraya Climent, después de un verano "muy seco" y "muy fuerte" en cuanto a calor en el que apenas ha llovido en el campo.

El fuerte viento también ha causado daños apreciables en cultivos de caquis, al ser un árbol sensible cuyas ramas se rompen con facilidad ante sacudidas intensas.