El Consell Valencià de Cultura (CVC) acordó ayer solicitar a la Generalitat que garantice «la viabilidad», la «correcta conservación» del archivo documental de Radiotelevisió Valenciana (RTVV), de modo que sea posible la «preservación de los documentos antiguos y la integración de los nuevos materiales».

El CVC pide a la administración autonómica que «valore de forma urgente cuál es la situación presente y futura de los archivos y documentos de RTVV». El comité de empresa del ente público alertó de que el ERE podría afectar al mantenimiento y actualización de dicho archivo. Y destacaba que estos documentos se utilizan para realizar «el 80 % de la programación de RTVV con la redifusión» de espacios. «Se trata de un fondo, de un archivo al que se recurre. El comité de empresa dice que el ERE hará inviable el servicio de archivo» por la «falta de recursos profesionales y técnicos mínimos necesarios» que se puede dar, apuntó el científico. El CVC resaltó que los fondos existentes en el archivo de RTVV, «entre los que hay 250.000 cintas Betacam aún en proceso de digitalización, constituye el más importante patrimonio audiovisual valenciano». «Sin entrar en el estudio o valoración de las necesidades profesionales y técnicas» que requieren estos fondos „que definió como «la herramienta cultural más importante y patrimonio audiovisual valenciano»„, las «consecuencias» que podría tener su «deterioro» serían irreparables. El Consell de Cultura estima que este patrimonio «debería ser protegido por la Generalitat como Bien de Interés Cultural o figura similar de la Ley de Patrimonio» con el fin de «asegurar su conservación en el futuro ante cualquier eventualidad».

El presidente del órgano consultivo, Santiago Grisolía, aprovechó la entrega de la memoria anula al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para volver a pedirle un impulso a la nueva ley de mecenazgo «parecida a la norteamericana, donde es posible desgravar toda la inversión realizada». Y llamó la atención sobre la situación del sistema educativo universitario del que le preocupa que haya demasiadas carreras con pocos alumnos. En referencia a la labor del CVC, en 2012 se realizaron 33 informes, «uno cada diez días incluyendo festivos» con informes «de gran interés» como el de las Fallas, citó Grisolía.

Un CVC amenazado se reivindica como «barato y necesario»

El CVC reducirá en 2014 su presupuesto anual, hasta situarlo en los 1,4 millones de euros, un 9 % menos con respecto al de 2013 y un 33 % menos que el de hace cuatro años. El Consell pretende reducir el organismo de 21 a 11 consejeros, ó 15 para mantener el equilibrio entre fuerzas políticas. Por este motivo la aprobación ayer de las cuentas «austeras» se convirtió en una reivindicación sobre el papel de este organismo. Grisolía, que dijo no haber tratado el recorte con Fabra, aseguró que «se trabaja mucho, muchísimo» y que es «una institución muy barata». Martín Quirós señaló que del presupuesto del «paradigma del derroche valenciano» se desprende un mensaje: «Creo que estas cifras son suficientemente informativas para los poderes valencianos, para darse cuenta de que ninguno de nosotros es un hombre que se aproveche de nada». Jesús Huguet resaltó que «esta es la institución pública que menos dinero cuesta por miembro al pueblo valenciano» y subrayó que «nadie cobra sueldo, sólo dietas». Ricardo Bellveser apuntó la «efectividad» del CVC y se refirió a la memoria de la entidad, entregada ayer por su presidente al jefe del Consell, Alberto Fabra: en ella se constata, según el consejero, que la institución ha elaborado «un informe o dictamen cada diez días, incluidos festivos». «Esto para que se sepa que nos mueve cualquier cosa menos la pereza», aseveró.