El Centro del Carmen invita al espectador a mirar y a entretenerse en la mirada del pintor Martí Quinto a lo largo de algunas de sus 50 piezas más representativas de sus 30 años de trabajo en la primera exposición retrospectiva que se le dedica a este artista valenciano.

La exposición Martí Quinto 19778-2013 ofrece una lectura de su reposada obra a través de una selección de óleos, dibujo y collages prestados por colecciones privadas, del propio autor y de instituciones públicas como el IVAM que ayudan a resumir una obra en continua experimentación.

De hecho, el director gerente del Consorcio de Museos, Felipe Garín, apuntó ayer que con esta exposición retrospectiva "íntima, expresiva y artística" se "cubre un hueco" para poder conocer con más profundidad a este pintor cuya obra marcó el inicio de una nueva pintura a finales de los años 70.

El propio autor destacaba ayer que aunque no se trata de una muestra "excesivamente extensa" es "suficiente" para ser "un reflejo" de sus exposiciones en galerías de forma que no fueran "una simple suma de cuadros" sino una visión de los distintos momentos de su trabajo con la que se siente muy satisfecho.

Así, se pasa de su colección Imágenes de la memoria en la que recrea los paisajes de la huerta valenciana entre los años 60 y 70 a los dibujos expuestos de la galería madrileña SEN de 1980 en los que un personaje habilita espacios urbanos. También están las pinturas recogidas bajo el epígrafe de El placer de leer de 1983 en la que explora la existencia del espacio. La muestra concluye con secuencias de finales de los noventa basadas en el gesto mientras que en las pinturas de los años sucesivos (2001-2004) la preocupación por el personaje adquiere una nueva dimensión.