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Ali Ahmad Said

"No habrá revolución en un país árabe hasta que la mujer se libere de la 'sharia'"

"Estoy en contra de la religión institucionalizada e impuesta a la sociedad"

"No habrá revolución en un país árabe hasta que la mujer se libere de la 'sharia'"

Hace siete décadas de su primer recital, cuando se atrevió a recitar ante el presidente sirio con tan solo trece años.

Sí, y gracias a ese momento, logré ir al colegio por primera vez. Hasta ese momento no conocía la escuela, vivía en una aldea muy pobre en la que no había ni electricidad, ni teléfono ni coches..

Y a los 17 escogió publicar como Adonis, un nombre politeísta para un país radicalmente monoteísta. ¿Fue un acto de rebeldía?

Al principio no. Empecé a enviar textos pequeños a varios periódicos, pero nunca me publicaban nada. Un día leí sobre el mito griego de Adonis, un personaje amado por Afrodita y muchas otras mujeres, hasta que un jabalí lo mató mientras intentaba cazarlo. Ahí se convirtió en un río que se volvía de color rojo. Pensé que sería un buen nombre para firmar, porque los periódicos habían sido como el jabalí, intentando matarme sin conseguirlo. Volví a mandar el texto a un periódico con el seudónimo de Adonis y fue publicado. Lo mismo pasó la segunda vez, tras lo que me presenté en el periódico. El director no se quería creer que Adonis era un joven de campo nacido en un entorno tan pobre.

En el inicio de las revueltas, escribió poemas para expresar su felicidad. ¿Qué sintió cuando los movimientos fracasaron?

Una decepción absoluta. Las revoluciones se transformaron en lo contrario a lo que esperaba el pueblo. Por un lado, desencadenó crueles guerras civiles en los países. Además, la cuestión religiosa invadió el espíritu del movimiento; mientras que la presión occidental se hizo cada vez más clara.

En Egipto se ha proclamado presidente Al Sisi, golpista del anterior gobierno religioso de los Hermanos Musulmanes. ¿Cómo ve la situación?

No ha sido un golpe de estado, sino que el pueblo sintió que no había luchado para que los Hermanos Musulmanes gobernasen. El ejército se puso del lado del pueblo, por lo que el nuevo gobierno responde a la voluntad popular.

¿Recela de la política?

No debemos fiarnos demasiado. Pero que quede claro que cuando critico a la religión, no lo hago de forma individual, al contrario. Tengo un gran respeto por la libertad a elegir la religión que uno quiera; estoy en contra de la religión institucionalizada e impuesta sobre toda la sociedad. Y no solo eso, hay que estar siempre en pie contra la tiranía y a favor de la libertad del pueblo.

Hace tres años publicó una carta abierta al actual presidente sirio, Bashar Al-Assad. ¿Llegó a tener alguna respuesta?

Nunca. Todo el mundo se puso en mi contra cuando mandé esa carta a Bashar Al-Assad. Se llevaban las manos a la cabeza y me decían: '¿Pero cómo se te ocurre mandarle una carta?' Lo que pasa es que ahora están todos conmigo (ríe).

¿El texto fue una forma de posicionarse o una crítica a la situación del país?

Fue una carta dirigida hacia los dos bandos y a su violencia. Nunca habrá una revolución en un país árabe hasta que la mujer sea liberada de la 'sharia'. Hace falta separar lo religioso de lo político, social y cultural. La violencia estropea todo, es necesario rechazarla para ser democrático. Hay cuatro puntos que deben garantizarse para ser independientes: liberar a las mujeres, implantar el laicismo en la sociedad, borrar la violencia y librarse de las injerencias extranjeras. Este punto es fundamental para ser libres. Sin ello, no se puede evolucionar como un país independiente.

¿Puede haber diálogo una vez superados esos problemas?

Occidente no quiere el diálogo, quiere destruir el país. No les importa derrocar el régimen, sino acabar con Siria.

¿Qué posición debe tomar el artista ante estos asuntos?

El artista tiene dos personalidades: la de autor y la de ciudadano. Como ciudadano debe adoptar una posición siempre, pero como artista no es una obligación. Se escribe por amor al arte, no para otra función determinada.

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