Hace unos días la prensa de todo el mundo anunció la próxima boda de una joven de 26 años, llamada Afton Elain Burton, y un hippy de 80 años. La cosa no tendría más importancia sino fuera porque el hippy en cuestión lleva en prisión desde 1969, tiene una esvástica tatuada en la frente, se llama Charles Manson y es uno de los psicópatas-pop más célebre de la historia. Y eso que ni siquiera llegó a mancharse (literalmente) las manos de sangre. Burton tenía 16 años cuando empezó a leer escritos de la filosofía hippiosa de Manson sobre la naturaleza y los crímenes ecológicos. Comenzó a cartearse con él y después pasaron a intercambiar llamadas telefónicas. A los 19 años la chica se mudó de Illinois a Corcoran, un apestoso poblate de California, para estar cerca de la prisión. Desde entonces hablan todos los días y se ven los fines de semana. Burton ha pasado de fan a groupie y pronto pasará a ser esposa con la misma edad que tenía la víctima más famosa de su novio, la actriz, y señora de Roman Polanski, Sharon Tate.

Las vidas de Sharon Tate y Charles Manson se cruzaron un 9 de agosto de 1969. Tras una infancia y adolescencia de psicópata de libro, y tras unas cuantas temporaditas en la cárcel, Charlie se instaló en la California lisérgica del sueño hippy, donde atrajo a un grupo de seguidores, formado principalmente por mujeres jóvenes y descarriadas. Cómo buen gurú, convenció a sus acólitos de que el apocalipsis estaba cerca y que se manifestaría en forma de guerra entre negros y blancos, de la que los primeros saldrían vencedores pero sin un líder carismático que los dominara. Y este líder, como no, iba a ser el propio Charles Manson, bien acompañado de su guardia pretoriana adicta al LSD, a los mantras intergalácticos y el amor libre.

Pero como quiera que la lucha apocalíptica entre razas tardaba en producirse, Manson decidió acelerar los plazos y provocarla él mismo. El plan era que la "Familia" perpetraría una serie de matanzas de blancos acomodados dejando pistas que hicieran culpar a los grupos de defensa afroamericanos como las Panteras Negras. Con esa orden, cuatro miembros del clan Manson se presentaron en el 10050 de Cielo Drive en Berverly Hills. Tras asesinar a un desdichado amigo del jardinero de la mansión, que el pobre se encontraba allí de pura casualidad, tres de los cuatro discípulos de Manson irrumpieron en la vivienda en la que se encontraban Sharon Tate y tres amigos suyos. Roman Polanski estaba dirigiendo una película en Londres y le había pedido a esos tres colegas que pasaran en su ausencia unos días con su esposa, embarazada de ocho meses y medio. Pronto empezaron las amenazas, los golpes y la carnicería. A Jay Sebring le dispararon y golpearon en la cara. A Wojciech Frykowski y Abigail Folger les persiguieron por el jardín cuando intentaban huir y les propinaron 51 y 28 puñaladas respectivamente. Para el final dejaron a Sharon Tate, que suplicó que no le hicieran nada porque estaba a punto a dar a luz. "Mira puta, no me preocupa. Morirás y no tengo ningún sentimiento hacia ti", le espeto Susan Atkins antes de clavarle varias veces el cuchillo y escribirle en la barriga la palabra "Cerda", según ella mismo confesó en el juicio. La noche siguiente, la Familia volvió a la parte pija de Los Ángeles para perpetrar otra matanza. En esta ocasión las víctimas fueron Leno y Rosemary Bianca, un matrimonio propietario de un supermercado. Con la sangre derramada escribieron sobre las paredes las palabras "Levantamiento", "Muerte a los cerdos" y "Helter Skelter".

"Helter Skelter" era el nombre con el que Charles Manson bautizó su intento de apocalipsis interracial y también es el de una canción de los Beatles. Y no es casualidad. La considerada por muchos como primera canción heavy metal de la historia (sí, es de los Beatles y, más extraño aún, la hizo Paul McCartney) toma su nombre de una montaña rusa aunque sus connotaciones sexuales también son evidentes. Pero para el cerebro anormal de Manson las referencias a subidas, bajadas y vuelta a subir no se referían a un tobogán ni a una relación intramuscular sino a las guerras de razas y la caída del pueblo negro. Y es que, para Manson, el Álbum Blanco de los Beatles de 1968 esta lleno de referencias a su revolución psicohippy y a su papel como líder carismático y predestinado del mundo. Por ejemplo, "Revolution 9" sería realmente, según él, "Revelation 9" en referencia al noveno capítulo del Libro de la Apocalipsis en el que el quinto ángel hace sonar su trompeta. Por supuesto, el quinto ángel era Manson y los cuatro jinetes Paul, Ringo, George y John. En la canción "Blackbird", cuando Paul dice eso de "Pájaro negro cantando en el silencio de la noche/ Toma tus alas rotas y aprende a volar/ Toda tu vida has estado esperando el momento de levantarte", estaría haciendo un evidente llamamiento a los negros para que se alzaran contra los blancos. "Piggies", la pieza de George Harrison burlándose de la burguesía, el clan se la tomó al pie de la letra sobre todo cuando dice aquello de "Cogiendo sus tenedores y cuchillos para comerse su propio bacon". Y "Sexy Sadie" era otra canción del Álbum Blanco pero también el nombre con el que Charlie rebautizó a Susan Atkins, la hideputa que se cargó tan fríamente a Sharon Tate. "Sexy Sadie, ¿qué has hecho?/ Los has vuelto a todos locos", rezaba la canción de John Lennon.

Sangre y reinterpretaciones loquísimas a parte, la historia del rock y la de Charles Manson ya se habían cruzado varias veces. Las veleidades musicales de Manson eran bien conocidas en el mundillo californiano de la época, e incluso hasta hace poco circulaba la leyenda de que había participado en el casting para formar los Monkees, aquella banda de laboratorio creada como respuesta norteamericana a los Beatles. Se ha demostrado que no es verdad, pero sí se sabe que Manson fue amiguete durante una temporada de Neil Young y que este le dedicó el "Revolution Blues" de aquel deprimente y magnífico "On the Beach". Y también fue amiguete de Dennis Wilson, baterista y guapo oficial de los Beach Boys, con el que contactó vía dos discípulas de Mason a las que Dennis recogió cuando hacían autostop. Durante una temporada (antes de la masacre del 9 de agosto del 69), la Familia estuvo viviendo en la mansión del pequeño de los Wilson, poniéndose bien finos de todo y practicando el perreo comunal. "Vivo con 17 chicas", presumía ante la prensa el infeliz de Dennis. En su disco de 1968 "20/20" los Beach Boys incluyeron un tema, "Never learn to love", que Manson reivindicó como propio y que regrabó dos años después con otro título para incluirlo en un disco de 1970 cuyos beneficios iban destinados a pagar su defensa por los asesinatos de su clan.

Por suerte para él (pero no para su pilila), Dennis Wilson logró deshacerse de los psicogorrones que tenía plantados en su mansión de Sunset Boulevard no sin antes tratar de pasarle el marrón a su amigo Terry Melcher, productor de los primeros Byrds, pionera estrella de la música Surf e hijo de la figamustienca Doris Day. Dennis intentó convencer a Terry de que su amigo Charlie cantaba la mar de bien y que no estaría mal producirle un disco. Melcher escuchó las grabaciones caseras de Manson y le dijo que mejor que no, que se dedicara al guruneo. Como es de imaginar, el cabreo de Manson fue curioso. Cuando le dio calabazas musicales al susodicho iluminado, Terry Melcher y su mujer Candice Bergen vivían en una mansión de Beverly Hills, concretamente en el 10050 de Cielo Drive, pero poco después se marcharon y la casa la alquiló otra pareja: Roman Polanski y Sharon Tate. Dicen que cuando aquella noche del 9 de agosto de 1969 los cuatro asesinos del clan Mason bajaban por la calle con las ropas ensangrentadas iban cantando alegremente "Qué será, será", la canción que había popularizado mundialmente una tal Doris Day.

De todo esto hablaremos el próximo domingo en La Vía Láctea. Y, ya de paso, recordaremos a otros insignes psychokillers que también han dejado su impronta en el mundo del rock: John Wayne Gacy (el "Payaso asesino" que violó y mató a 33 hombres), James Warren "Jim" Jones (otro iluminado que incitó al suicidio de 909 perrsonas en Jonestown, Guyana), Gary Leon Ridgway (confesó haber matado a 71 mujeres), Albert Hery DeSalvo (el famoso estrangulador de Boston) y Ernesto (que te abrirá la cabeza con un tiesto). Salud.