Aseguran que quien critica el gasto de 64.000 euros en cuatro años en viajes y comidas «no entiende lo que es un auditorio ni cómo funciona». Y es que tanto para la presidenta del Palau de la Música, María Irene Beneyto, como para el subdirector musical, Ramón Almazán, «gastar 60.000 euros en cuatro años no es dinero» para un auditorio como el Palau que es, además, «de los mejores y de los más baratos».
De esta forma respondieron ayer Beneyto y Almazán al grupo Compromís que criticó el pasado martes en Levante-EMV unos gastos de representación que suman 64.000 euros en esta legislatura y recogen facturas de hoteles de lujo de 500 euros la noche o billetes de avión que superan los 1.200. De hecho, entre los gastos destacan 4.583 euros en cuatro días en Bolonia para asistir a la ópera Tosca o más de 3.300 euros por tres días en Bilbao para acudir a una actuación de Ainhoa Arteta, entre otros.
De hecho, Beneyto y Almazán realizaron estas declaraciones junto a la misma Ainhoa Arteta que ayer estaba en Valencia para presentar el concierto de abono que ofrecerá mañana junto a la Orquesta Manuel de Falla, bajo la dirección del maestro valenciano Sergio Alapont. La cantante quiso aprovechar la oportunidad para defender la gestión tanto de Beneyto como de Almazán, dos personas con las que suma «muchos años de amistad».
La presidenta del Palau, María Irene Beneyto, aseguró ayer que «nunca se ha gastado nada que no estuviera dentro de la legalidad ni nada que no fuera lo que debía». «No sé si los gastos le parecerán muchos o pocos. En esta casa hay 500 actividades», aseguró, tras recalcar que en ocasiones ha renunciado a traer a músicos «para que nadie pudiera decir si era caro o barato».
Ramón Almazán, por su parte, explicó que todos los directores de auditorios o de teatros de óperas tienen invitaciones que incluyen solo las entradas a un espectáculo y cuando, pocas veces, hay que ir fuera, «muchos viajes que no constan ahí están pagados de nuestro bolsillo».
Críticas aparte, Beneyto está encantada con el cargo que ocupa y aseguró que no descarta volver a ponerse al frente del auditorio valenciano si el PP gana las elecciones y la alcaldesa Rita Barberá se lo pide, conserva el apoyo del equipo de la institución cultural y ella no está «muy cansada».
