El argelino Yashmina Khadra, uno de los escritores en lengua francesa con más proyección internacional, protagonizó ayer la penúltima jornada del festival Valencia Negra. Nacido en 1955, es autor de más de 20 novelas que alternan el género negro con la visión crítica de Argelia, lo que le empujó a exiliarse en 2002. Ha escrito sobre la corrupción en su país y ha analizado con detalle el fenómeno del terrorismo islámico en su obra.

Para el autor, la tragedia humana «es como un bucle, parece que cada generación reclame su parte de tragedia, hay una voluntad de suicidio en el ser humano. Parece como si la paz fuera aburrida y que los hombres necesiten sensaciones fuertes. Para ello se crean ideologías nefastas y en vez de hallar felicidad en la elevación de sus hijos, el ser humano se entusiasma con todo lo que le provoca miedo. El ser humano adora sentir miedo y le encanta destruir con una mano lo que construye con la otra. Es un fenómeno ya visto, un remake de la secta de los asesinos y eso demuestra que no hemos hecho mucho camino desde las cavernas de los trogloditas hasta los rascacielos. El ser humano es su propio enemigo y su mejor verdugo».

El autor —que publicará en septiembre La última noche del rais, inspirada en el desenlace de la Primavera Árabe— lamentó además la escala de valores que hoy en día prima en el mundo: «Cuanto más se pierden los valores humanos, más se deriva hacia la supremacía del dinero».