Escribano indulta el segundo toro en los más de 200 años de vida de la Maestranza

El cuarto toro de la corrida que se celebró ayer en la Real Maestranza de Sevilla, de la ganadería de Victorino Martín, fue indultado por petición del público y su matador, Manuel Escribano, quien acabó paseando las dos orejas simbólicas en una celebrada y clamorosa vuelta al ruedo.

El astado, de nombre Cobradiezmos, número 37, cárdeno de capa, de 562 kilos y nacido en diciembre de 2011, fue un torrente de embestidas profundas y entregadas, muy bravo en todos los tercios, lo que propició que, de nuevo, se le acabara perdonando la vida a un toro en Sevilla desde Arrojado, de Núñez del Cuvillo, al que toreó José María Manzanares en 2011.

Escribano estuvo acompañado en la vuelta al ruedo por el propio ganadero, Victorino Martín, hijo, y el mayoral de su ganadería, la cual lidió ayer otro gran toro, el tercero, al que Paco Ureña cortó las dos orejas.

Es la segunda ocasión en los más de 200 años de historia de la plaza de toros de la Maestranza de Sevilla en que se indulta un toro. El primero fue el 30 de abril en 2011. El acontecimiento quedó para los anales del coso. Fue en el tercero de la tarde en una corrida con Julio Aparicio, Morante de la Puebla y José Mari Manzanares.