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Entrevista

Raquel Sanz: "He tenido la suerte de compartir mi vida con la mejor persona posible"

"Los toreros viven su pasión y sus familiares sabemos el riesgo que corren; si pasa algo grave, podemos no entenderlo y ellos lo saben"

Raquel Sanz: "He tenido la suerte de compartir mi vida con la mejor persona posible"

¿De quién partió la idea del festival que se celebra esta tarde?

De las figuras del toreo que participan en el homenaje, aunque con la familia se ha puesto en contacto la Fundación del Toro de Lidia. Estamos muy agradecidos y sabemos que, de alguna manera, Víctor también estará compartiendo cartel desde el cielo.

¿A qué se destinará la recaudación del festejo?

A la Fundación del Toro de Lidia.Preferimos que se utilice para recordar la memoria de Víctor.

De todas las muestras de cariño que ha recibido estos meses, ¿cuál le ha impresionado más?

No puedo quedarme con una. Han sido miles y por todas doy las gracias. Te ayudan a mirar hacia el futuro, pero el dolor por la pérdida de un ser querido es más grande.

¿Cuáles son la que más recuerda?

Cuando falleció Víctor le pedí a su apoderado que el féretro lo llevaran matadores de toros, pero en ningún momento pensé que fuesen a venir todas las figuras del toreo al entierro.

¿Y de fuera del mundo del toro?

La llamada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, me pareció un detalle precioso. La carta de la Infanta Elena, porque hacía poco que Víctor le había brindado un toro; pero hay una llamada que me ha sorprendido y demuestra cómo era mi marido. El cura que nos impartió los cursillos prematrimoniales buscó el teléfono entre los papeles de la iglesia y me llamó. Se acordó de Víctor porque le había impactado aquel chico, su humildad, su cercanía. Que ese sacerdote se acuerde de él demuestra cómo era como persona.

¿Y cómo era?

Bueno, risueño, agradecido. Siempre hacía reír al que tenía al lado y estaba dispuesto a ayudar a los demás. También tenía mucho genio, pero era de enfado breve. Se le olvidaba rápidamente por lo que se había discutido y volvía a reírse. Tenía momentos de soledad, de escaparse con su muleta y su capote, pero le gustaba estar con la gente y aprender de ella. He tenido la suerte de compartir mi vida con la mejor persona posible

¿Cómo lo definiría como torero?

Era un torero que transmitía mucha verdad. Me gustaba cuando echaba la muleta adelante, enganchaba al toro y lo llevaba hasta el final. El día que se sentía y se entregaba, los tendidos disfrutaban una enormidad.

Cuando se conocieron, Víctor no era torero€

Nos conocimos en la plaza de toros de Sepúlveda. Nuestra relación se fraguó a la par que su vocación torera. Fueron meses difíciles porque tuvo que dejarlo todo y explicarle a su familia que, con veinte años, por fin se decidía a vivir de lo que realmente le hacía feliz. Me avisó de que no iba a ser fácil. A lo largo de los años me lo repitió y yo era consciente de esa dureza, lo complicado que resulta hacerse sitio para torear. Ahora, con todo lo que ha pasado, pienso que realmente no sabíamos dónde nos metíamos; pero lo vivido, vivido está y eso no nos lo quita nadie.

¿Qué era lo que más les costaba superar en el día a día?

Lo que le podía a Víctor e incluso a mí era la responsabilidad. Creo que es lo único que le quitaba el sueño. A un torero lo que le preocupa es estar a la altura del público; que quienes hayan pagado una entrada por verles no se sientan defraudados.

Curro Díaz, el director de lidia del fatídico 9 de julio en Teruel, nos dijo que se acuerda de Víctor pero sobre todo de vosotros, su familia€

A Curro le cogí la mano cuando pasó todo y le pregunté si era consciente de que se estaban jugando la vida. Los toreros hacen lo que quieren, lo que es su vida y pasión. Nosotros hemos elegido estar a su lado sabiendo el riesgo que conlleva. Si les pasa algo, los que nos quedamos podemos ya no entenderlo igual y ellos lo saben

.Con todo el sufrimiento que acarrea la pérdida tan trágica de un ser querido, ¿qué sentimientos le provocan las muestras de odio hacia su marido que algunas personas han vertido en las redes sociales?

Al principio sentí lástima porque anteponen cualquier cosa a una vida humana. ¿No tienen nada mejor que hacer, a nadie a quien abrazar o darle un beso? No he sentido rencor porque lo que pueda pensar esa gente les hace daño a ellos. La vida es demasiado corta para malgastarla deseándole el mal al resto.

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