La jueza del Caso IVAM ha dado cinco días a los tres hijos de Consuelo Císcar para que aporten las facturas de las once obras de arte que cedieron al Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) durante diez años y las del transporte y montaje de las exposiciones organizadas por uno de ellos, el artista «Rablaci» (acrónimo de Rafael Blasco Císcar). La jueza Nuria Soler, cotitular del Juzgado de Instrucción 21 de Valencia, requiere esta documentación a petición de la Fiscalía Anticorrupción en una providencia del 11 de enero notificada el jueves a las partes.

Ninguno de los tres hijos de la exdirectora del IVAM está imputado en la causa. Pero la sombra de la sospecha se ha extendido sobre las obras de arte que manejaban tras las declaraciones recabadas por los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) del Cuerpo Nacional de Policía. Un extrabajador de Logística del Arte -también investigada- declaró a la policía que esta mercantil, propiedad del imputado Enrique Martínez, «era la encargada del traslado y montaje de las obras de Rablaci cuando realizaba exposiciones». Y que trasladaban obras de arte al chalé que comparten Consuelo Císcar y Rafael Blasco en Alzira. Al justificar la exdirectora del IVAM que se trataba de obras propiedad de sus hijas -Deborah y Cintia Salom Císcar-, Anticorrupción y la jueza exigen a ambas y a una tercera propietaria que lo demuestren.

Respecto al hijo artista de Císcar y Blasco, la jueza y la Fiscalía exigen a Rablaci que aporte la documentación que justifique el pago a Logística del Arte del transporte de sus obras a destinos tan remotos como los museos de Fujian (Japón), Han Zhou, Su Zhou, Shangai (China) y para las bienales de Cuenca (Ecuador) y la Habana (Cuba). Algunas exposiciones internacionales de Rablaci coincidieron en varias ocasiones con muestras del IVAM. Los investigadores también le reclaman que justifique el pago a La Imprenta de la impresión de los catálogos «Rablaci Japón» y «Caminante agresivo».

Y, por último, también requieren al IVAM que informe si antes de la llegada de Císcar en 2004, el museo pagaba el transporte de obras, seguros y catálogos de las exposiciones en otros museos.