P ¿Cómo es el Piramo que interpreta hoy en Les Arts?
R Es muy típico del periodo barroco, es un héroe joven, que podríamos comparar con Romeo, es casi la misma historia que Romeo y Julieta: dos jóvenes se enamoran y en un principio sus padres parecen estar de acuerdo con que contraigan matrimonio, pero después algo ocurre entre las familias que se enfrentan y ellos intentan encontrar la forma de estar juntos.
P ¿Qué dificultades vocales le plantea este personaje?
R En este caso el mayor reto es la sala, que es difícil acústicamente. También que normalmente lo hacemos con un foso más bajo, con una orquesta barroca y la cuerda no es tan vibrante como los metales. La orquesta suena más fuerte porque los instrumentos antiguos tienen un color más humano que los instrumentos modernos, que tienden a ser más brillantes en la cuerda pero también en los vientos.
P Ya ha cantado a Piramo en otras ocasiones, ¿cómo se siente en este papel?
R Lo he cantado muchas veces en concierto, esta es la primera vez que la hago escenificada o semiescenificada. Eso cambia la forma que en miras el texto. El texto es maravilloso, de una gran belleza pero muy difícil de entender porque es muy poético. Cuando lo cantas en concierto es diferente porque lo tienes delante, pero cuando lo tienes que memorizar y expresar desde tu propia alma, tienes que entenderlo y comprender lo que dices, lo que describes. Ha sido muy agradable.
P ¿Hacer varias veces un papel no tiene el riesgo de perder originalidad? ¿Cómo se puede mantener la frescura?
R Vivir ese papel, lo tienes que vivir cada vez que lo interpretas. Sabes lo que va a pasar, pero tienes que vivirlo como la primera vez. Es como cuando alguien llama a la puerta y tú abres, es algo que haces muchas veces, pero siempre es diferente y tú vas y abres la puerta. Cada vez que pasas por una emoción, aunque sea la misma emoción el resultado o la experiencia de vivir esa emoción es diferente.
P El bel canto es uno de los estilos (si no el más) exigente de la ópera. ¿Siente esa presión cuando sale al escenario?
R Si estoy relajada, concentrada y sé cuál es mi trabajo, no. Siempre intento ir en un 85 % en «modo piloto automático».
P Debuta en Les Arts. ¿Qué le parece el auditorio?
R Es un complejo maravilloso, increíble.
P ¿Qué papel le gustaría interpretar?
R No me gusta hablar del futuro porque hay tantas cosas que no sé. Se están redescubriendo tantos compositores barrocos interesantes... Por ejemplo, cuando canté Veracini con Fabio nunca antes había escuchado hablar de él y resultó ser una de las óperas más bellas que he cantado.
P Ha coincidido mucho con Fabio Biondi. ¿Cómo es trabajar con él?
R Fabio es maravilloso. Adoro trabajar con directores que son cantantes o violinistas, porque tienen siempre algo más en común con lo que hago. Fabio siempre consigue que hagas cosas que crees que nunca podrías hacer. Me gusta que la gente que consigue hacerte llegar más allá de tus límites porque es bueno para mí.
