El Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) sigue sin un relato congruente. Al tiempo que no se sacude una gestión polémica. El centro cultural provincial, en manos de Compromís, sigue sin proyecto y ahora ofrece una reflexión sobre la «democratización de la belleza» con la excusa de la extensión de la cirugía plástica y sobre la actual «tiranía estética» que han instalado las redes sociales.
«Belleza y Juventud. Esclavitud Contemporánea» es la muestra que se ha inventado el jefe de exposiciones del MuVIM, Amador Griñó, pero antes fueron los tebeos, el arte naturista japonés y chino de siglo XIX y vendrán más de Brasil, por ejemplo.
La exposición incluye fotos y vídeos realizados por el cirujano Ricardo Marujo en sus operaciones estéticas. «Es el precio que queremos pagar para ser eternamente jóvenes», justifica Amador Griñó, dio la cara por la muestra, junto con la comisaria de la muestra, Rosa Olivares, y el fotógrafo y artista Jorge Fuembuena.
El director de MuVIM, Rafael Company no estuvo en la presentación de la nueva muestra. En cambio el diputado de Cultura, Xavier Rius, no se la perdió.
Las fotografías de Fuembuena recorren una galería con 37 personajes famosos, como Paco León; Michelle Jenner; Macarena García, Inma Cuesta, Alicia Vikander; Hugo Silva; Miguel Ángel Silvestre; Blanca Suárez, o Juan Diego Botto.
Cada una de las fotografías de Fuembuena, que guardan cierta similitud, pretende interpelar al espectador con una evidente atracción.
Concepto variable
La comisaria Rosa Olivares parte de la teoría de la «democratización de la belleza», un concepto, el de la hermosura muy subjetivo en el espacio y en el tiempo. Olivares sostiene que la exposición pretenden poner en un espejo la contradicción entre la belleza cotidiana y la obsesiva.
«No creo que el canon sea ser alta, rubia y delgada, porque antes era ser morena y gorda y en el futuro igual es tener media cara de acero», indica. Una respuesta que se apresuro a dar el responsable de exposiciones del centro: «¿Cuál es la definición de belleza? Todas», según Griñó.
