El pasado mes de enero estuvieron en el Teatro el Musical de València y agotaron las entradas, y también vendieron todo el papel en mayo cuando fueron a la Rambleta. También les fue muy bien a Maria Arnal i Marcel Bagés en el Castell de Xàtiva el pasado julio. Y hoy vienen al Teatro Romano como parte de la programación del Sagunt a Escena. Y aún queda su concierto en el Teatro Olympia de València el 7 de noviembre que anuncian como el de final de gira de su disco «45 cerebros y un corazón».

«Nuestro proyecto tiene mucho que ver con València -explicaba ayer Bagés a Levante-EMV en una conversación telefónica-. Hemos adaptado a autores valencianos, como a Ovidi y a Vicent Andrés Estellés, y hemos adaptado también el ´Ball del vetlatori´ que Maria descubrió por Pep Gimeno Botifarra. Diría que nuestro repertorio está muy impregnado de elementos valencianos, además de que allí tenemos muchos amigos. Nos acogen increíblemente bien siempre que vamos».

La canción de Ovidi Montllor a la que hace referencia el guitarrista es «A la vida», un tema que les gusta tanto que lo han grabado en dos ocasiones. «La pusimos en el EP ´Verbena´ (2016), y cuando hicimos el LP, que queríamos difundir mucho más, pensamos que era una canción muy representativa de nuestro trabajo y que iba a ser muy extraño no incluirla».

«Hacemos canciones para acompañar la vida, el luto, el trabajo y la fiesta, que hablan de la música como una manera de formar una comunidad», asegura en la bio de su BandCamp este dúo catalán se dio a conocer en 2016 con dos EP: «Remescles, Acoples i Melismes» y «Verbena», en los que recuperaban las músicas de tradición oral de la Península sin renunciar a la música contemporánea. Ya entones empezaron a llenar salas de conciertos y teatro, pero el fenómeno se desbordó en 2017 cuando publicaron «45 cerebros y 1 corazón», título (y también canción) inspirado en la noticia del levantamiento de una fosa de la Guerra Civil en La Pedraja de Burgos.

«No sabría explicarlo -reconocía ayer Marcel tras ser preguntado por la popularidad que ha alcanzado su música-. También estamos muy sorprendidos. Creo que hay algo esencial, que es que somos muy sinceros. Lo que cantamos y tocamos lo hacemos de verdad, somos nosotros. Es cierto que no es una música muy comercial, pero el ser sincero nos hace llegar a la gente».

En el éxito viral de este disco y la popularidad de Maria y Marcel tiene mucho que ver «Tú que vienes a rondarme», una canción «de amor sin género», según el guitarrista, que actúa como una especie de fantástica salida de tono en el conjunto de este trabajo.

«Es una canción que salió de una forma muy natural -recordaba ayer el guitarrista-. Teníamos la intención de trabajar con elementos electrónicos, y la canción tiene un recitar continuo, con algo de influencia de la manera de cantar de Kate Tempesta. Es decir, que había una intención de hacer un tema así. Pero surgió de forma muy natural. yo tenía unas líneas de guitarra, María grabó unas voces con el móvil y así salió».

Marcel Bagés define esta canción como «una especie de jota y nos ata a algo tradicional, pero con cosas electrónicas». Una «combinación curiosa» que vale como sello de un estilo y una forma de entender la música que en otros casos ha servido para acusar a otros artistas de «apropiación cultural».

«Lo que le ha pasado por ejemplo a Rosalía no tiene demasiado sentido -criticaba ayer el guitarrista-. Es un regalo tener acceso a todo tipo de manifestaciones culturales y expresiones artísticas, y poder cogerlas y transformarlas es un regalo. Lo más puristas tienen esa necesidad de conservar lo que es suyo, que las cosas no cambien».