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Juan Carlos Siurana: "Trump es el máximo exponente de la cultura de la autoayuda"

"En vez de querer cambiar las injusticias, estos libros te dicen que la culpa es tuya por no saber manejar las emociones"

Juan Carlos Siurana: "Trump es el máximo exponente de la cultura de la autoayuda"

¿Por qué los libros de autoayuda han sustituído en las estanterías a los de filosofía?

Cuando en 1859 se publicó el primer libro de autoayuda, de Samuel Smiles, ya superó en ventas al Origen de las especies de Darwin y Sobre la libertad de Stuart Mill. Desde entonces las grandes editoriales intentan llegar a ese público porque tiene mucha venta, pero lo han hecho simplificando el discurso cada vez más. Cuando vamos a una gran librería en cualquier sección vamos a encontrar libros de autoayuda, escritos todos con un lenguaje muy parecido para llegar al máximo de lectores posible echando mano de la emotividad.

¿La emotividad es mala?

El problema es cuando eliminamos toda la parte racional y nos quedamos sólo con lo emocional. De esta forma la sociedad acaba siguiendo a personas y votando a políticos que tienen un discurso emotivo potente. El peligro que veo en los libros de autoayuda es que las sociedades occidentales se vuelven indefensas ante los discursos que apelan a las emociones pero sin ninguna idea de justicia detrás fundamentada de forma racional.

Como el discurso de Donald Trump, autor de varios libros de autoayuda...

Es el máximo exponente de la cultura de la autoayuda, de un tipo de sociedad emotiva que nos dice frases que queremos escuchar: somos extraordinarios, podemos conseguir lo que queremos, tenemos un gran potencia? Es lo mismo que él usa para decirles a los americanos que son los mejores y que América primero y que hay que volver a ser la potencia que éramos. Es un discurso muy competitivo, como el de los libros de autoayuda.

Pero a veces la autoayuda no viene con mensajes tan competitivos, sino con frases dulces y animosas...

Sí, pero por detrás coinciden. «Si la vida te da limones, exprime una sonrisa»? Son frases que quieren transmitir positividad pero son una solución demasiado fácil: no van a la cuestión social o política, trivializan la injusticia o no inciden en por qué hay tanta gente buena que lo pasa mal y tanta gente malvada que triunfa. En vez de querer cambiar las estructuras, te dicen que la culpa de lo malo es tuya porque no sabes manejas tus emociones.

¿El éxito de la autoayuda es el fracaso de la filosofía?

Sí. Los que nos dedicamos a la filosofía no hemos sabido acercarnos a la gente y transmitirles un mensaje sólido que les haga reflexionar. Algunos filósofos proponen quedarse en la torre de marfil hasta que la moda de la banalidad pase. Pero hay que bajar a la batalla y yo entiendo este libro como mi pequeña batalla personal. Si no hacemos algo, al final todo el mundo será emotivo, se moverá sólo por emociones, dejará de ser racional. Así se consolidarán movimientos como el fascismo y el populismo.

¿La autoayuda es la homeopatía de la filosofía?

Pues sí. En medicina distinguimos entre medicina complementaria y alternativa y esta última puede ser un peligro si la usas en tratamientos como el cáncer. La autoayuda sería una alternativa a la filosofía.

Ergo, es peligrosa...

Sí, porque quiere que pienses rápido para hacerte creer que ciertas ideas son verdades absolutas, mientras que la filosofía te hace reflexionar y pensar lentamente.

De todas formas, en su libro sí habla de una autoayuda buena...

Lo ideal sería que los libros de autoayuda ayudaran de verdad. Ahora hay mucho autoayudismo y poca autoayuda de verdad, que es la que te invita a pensar, a reflexionar, a imaginar?

¿Eso no es lo que tendría que hacer la filosofía?

Efectivamente. Los filósofos tenemos que adoptar cierta crítica hacia nosotros mismos. Muchas veces hacemos discursos pensando en algo tan especializado que sólo lo leen tres o cuatro lectores en el mundo. Tenemos que hacer filosofía para el pueblo, desde la academia y sin perder el rigor.

Incluye a los libros sobre feminismo entre la autoayuda buena.

Sí, porque detrás tiene una idea de justicia, tiene en cuenta a las personas excluidas, que en este caso son las mujeres

Pero es un libro lleno de estereotipos como «Los hombres son de Marte y las Mujeres de Venus» el que vende millones.

Ha sido un libro que ha retrasado el proceso de liberación de la mujer porque dice que hombres y mujeres son diferentes, con formas diferentes de ver el mundo. La autoayuda ha infantilizado a la mujer, incluso cuando está enferma este tipo de lenguaje dulce e infantil es para ellas.

¿La mejor vacuna contra la cultura de la autoayuda es el escepticismo?

No, es la crítica porque te da un criterio a la hora de evaluar las cosas. Un criterio es un referente bien fundamento respecto a lo que piensas que es una sociedad bien organizada y cómo las personas tenemos que comportarnos. Cuando tienes ese criterio puedes decir quién lo hace bien y quién mal. En una entrevista reciente Paulo Coelho decía: mi filosofía es vivir el presente. Es decir, dice que hagas que tu vida sea absurda, porque para entender tu vida tienes que saber de dónde vienes y a dónde vas. Son frases bonitas pero que llevan a la gente a una vida absurda.

Igual que el barbero y el cura del Quijote salvaron al Tirant de la hoguera, ¿qué libros de autoayuda salvaría usted?

El símil es muy interesante porque los libros de autoayuda de la época eran los de caballerías, porque hablaban de un mundo irreal y te hacían pensar que eras un caballero. Hasta que apareció el Quijote para que nos dejáramos de tonterías. Salvaría el mío y los que nos hablan de cómo vivir la ética y cómo construir una sociedad a partir de eso, como Para qué sirve la ética, de Adela Cortina. O los libros que invitan a hacer la vida más sencilla frente a los tiempos acelerados. O los que tienen una visión del éxito que no se basa en ganar más dinero o tener mejor cuerpo.

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