El escritor valenciano Santiago Posteguillo, uno de los máximos y más populares representantes de la literatura histórica en España, es el ganador del Premio Planeta 2018 por Yo, Julia, una novela que el creador de las trilogías dedicadas a Escipión el Africano y a Trajano vuelve a ambientar en la Roma imperial. «Es mi mejor novela», dijo tras recibir el galardón.

Pese a presentarse bajo seudónimo, el nombre de Posteguillo había empezado a sonar en los últimos días como una de las opciones más serias para hacerse con este galardón dotado con 601.000 euros, compitiendo en estas «quinielas» con otros autores consagrados como Matilde Asensi, Care Santos, Marta Rivera de la Cruz o la televisiva Montserrat Domínguez.

El novelista se había presentado al premio con el seudónimo de James Sussex y con el título El ascenso. En la obra premiada narra el ascenso fulgurante de una mujer en un mundo de hombres inmersos en la lucha por el poder político y que piensan que el liderazgo sólo les pertenece a ellos.

En la novela, la protagonista de humildes orígenes maniobrará hábilmente y usando «sabiamente sus armas de mujer» para conseguir sus objetivos, según explicó sobre esta novela el miembro del jurado Juan Eslava Galán en el almuerzo previo a la celebración del premio.

Al recibir el premio, el ganador agradeció la confianza del jurado en él y en su personaje, y también dio las gracias a la agencia literaria Carmen Balcells. Sobre su personaje, explicó que Julia Domna es de las cien emperatrices que pudo tener Roma, la más poderosa, madre de los Césares, los Ejércitos, madre de la patria: «A ninguna otra emperatriz le costó tanto conseguir todo esto».

«Si hay algo que es Julia, es una historia fascinante», dijo Posteguillo sobre su mundo de hombres, donde sabrá moverse con habilidad e inteligencia y llevándoles la delantera a los varones, en una batalla donde lo puede perder todo.

Situada al final del cruel reinado del emperador Cómodo, Posteguillo narra una partida por una lucha de poder ya ha empezado: «Sólo una mujer puede forjar una dinastía imperial». La obra «empieza en el final de Gladiator», apuntaba el autor, que añadía que, en cierta manera, era como «una versión femenina» del imponente Yo, Claudio, de Robert Graves.

«Julia va a por todas: no se levanta por un imperio, sino por una dinastía entera»,agregó Posteguillo, que avisó que su novela es una «trepidante y apasionada historia de amor».

El jurado avisó este domingo de que la Guerra Civil y la novela histórica habían perdido un poco de peso ante las novelas de orientación femenina, en un año en el que la voz de la mujer ha estado especialmente presente en todas las novelas concursantes.

Galán añadió que la voz de la mujer estaba enormemente presente «incluso cuando el narrador es un hombre», mientras que la también miembro del jurado Carmen Posadas citó cierta tendencia a la primera persona. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quiso ser de los primeros en felicitar a Posteguillo. Así, en su cuenta de Twitter tuiteó que «enhorabuena por ganar este merecido premio Planeta y por ganar día a día lectores y lectoras. Orgulloso de ti como President de la Generalitat, como valenciano y como lector».

El papel de la mujer

La finalista de estos premios entregados ayer en Barcelona fue la escritora y periodista Ayanta Barilli por Un mar violeta oscuro, una historia de lucha, superación y supervivencia de tres generaciones de mujeres de una misma familia, a las que una despiadada figura masculina aboca a la locura, y donde la narradora masculina intenta comprender su pasado para conciliarse con el presente. Su premio, en este caso alcanzó 150.250 euros.

Barilli presentó su obra a concurso bajo el título El adiós y el seudónimo Sandra Glaser. La novela tiene una narradora que intenta comprender su pasado para reconciliarse con el presente y, según el jurado, «demuestra la evolución de la imagen social de la mujer». Barilli es hija del conocido escritor Fernando Sánchez Dragó.

Al recibir el premio, la finalista dijo que esta obra había sido su primera novela y que estaba «al borde del desmayo», y agregó que hace muchos años estuvo en un Premio Planeta sentada al lado de su padre, al que consideraba un dragón. Directora de escena, actriz y escritora, su debut literario tuvo lugar con la publicación de la novela autobiográfica Pacto de sangre (editorial Temas de Hoy), escrita junto con su padre Fernando Sánchez Dragó en formato de dos cartas cruzadas, la que un padre le dedica a un hijo y la que una hija dedica a un padre, que surgen tras el nacimiento del pequeño Akela, el cuarto hijo del autor.