Sergio Giraldo abrirá un nuevo restaurante en el Cabanyal, justo enfrente de Casa Montaña. Se llamará La Sastrería porque el local era, hasta hace poco, una tienda de telas. Aunque el proyecto está todavía en pañales, Sergio y su equipo ya tienen claro que será un local con diferentes ambientes.

En primer lugar encontraremos una barra con productos, tapas y alguna cosita creativa. La trastienda esconderá una segunda barra, con un ambiente más clandestino, donde podremos tomar cócteles y combinados.

El corazón de la propuesta será el restaurante gastronómico. Tendrá capacidad para sólo veinticinco o treinta personas que se repartirán por tres pequeños comedores. Ahí Sergio ofrecerá un propuesta libre y ambiciosa. Un restaurante con carta en el que habrá un menú degustación donde volcar todas sus inquietudes.

Sergio Giraldo nació como cocinero a la vera de Manolo de La Osa, a quien admira y venera. Desde que salió de las faldas del maestro manchego, Sergio ha deambulado por varios restaurantes, entre los que destacan sus estancias en Q´Tomas o, más recientemente, Marina Beach. A día de hoy está al frente de la cocina de Maremar, dirección que compatibilizará con su nuevo restaurante, aunque promete «estar siempre en La Sastrería a la hora del servicio».

Con la llegada de La Sastrería, el Cabanyal se revela definitivamente como un polo gastronómico en la ciudad. A la mítica Casa Montaña se suman hoy un buen puñado de tabernas de nuevo cuño que exhiben formas de hoy para cocinar sabores de siempre. Esa oferta de locales informales como La Aldeana, Anyora o Ca La Mar, se completará ahora con un restaurante rotundamente creativo.

La Sasteria es el primer local que Sergio gestiona en propiedad. El escenario donde podrá crear con libertad, sin cortapisas en la creatividad ni la cartera del jefe como excusa. Será, en cierto modo, la medida de su talento. Sergio llega aquí en el momento justo. Con un nombre entre la crítica, habiendo adquirido experiencia en locales de todo tipo y con la serenidad que, se supone, la edad le ha otorgado. En principio, apunta bonito.