Emilio de Justo es ejemplo de constancia y superación. El extremeño ha sabido crecer como torero en Francia, cuando en España se le cerraban todas las puertas. Tomó la alternativa en Cáceres el 26 de mayo de 2007, con Alejandro Talavante de padrino y Cayetano como testigo, ante toros de Jandilla-Vegahermosa. Ha pasado más de una década desde la efeméride y el diestro se ha ganado el respeto de los públicos que, para lo poco que torea, es presente bien labrado, a golpe de afición y una fe tremenda en sus posibilidades. Cuando otros compañeros han tirado la toalla por la falta de oportunidades, se ha atado los machos y ha encontrado su espacio en las ferias del país vecino, ante los toros de las ganaderías más exigentes, no sin antes conjurarse para superar cuantos obstáculos se le presentaran por el camino.
Su particular singladura comenzó hace tres temporadas, con la decisión de enfrentarse en solitario a seis toros de diferentes ganaderías en Hervás (Cáceres), el 15 de agosto de 2015. Una temeridad si se tiene en cuenta que apenas se vestía de luces en España; pero hay momentos en la vida de un torero en que la necesidad se convierte en virtud y éste era uno de esos. El botín de la encerrona no pudo ser más esperanzador, pese a tratarse de una plaza de rango menor: un total de seis orejas. Entre los animales elegidos para la gesta destacó un ejemplar de la ganadería de Victorino Martín, que a la postre sería el que le daría el triunfo más importante de la tarde. Un gran toro ese número 18, «Milhojas» de nombre, el primero de ese hierro que mataba en su carrera profesional, de una embestida vibrante y entregada por el pitón derecho, que fue premiado con el honor de la vuelta al ruedo póstuma y al que le cortó las dos orejas. De esos toros que te dan la confianza y el sitio necesarios para seguir en la brecha y no cejar en el empeño de cumplir con tu destino de ser matador de toros.
La faena a «Milhojas» no cayó en saco roto y su nuevo apoderado Ludovic Lelong, «Luisito», le consigue una corrida en Orthez (Francia) el 24 de julio del 2016 ante astados de Hoyo de la Gitana, acartelado con Alberto Aguilar y López Chaves. El diestro cacereño aprovecha la oportunidad y consigue una oreja de cada uno de sus oponentes, pese a la dureza exhibida por ambos, y -lo que es más importante- su inclusión en la corrida de Victorino Martín que se celebró en Mont de Marsan el 1 de octubre del citado año. Triunfa de nuevo con otro ejemplar de la A coronada al que consigue desorejar por partida doble, copa los premios de la temporada en dicha localidad francesa y se asegura un puesto en la feria de este año.
El camino galo
Francia fue el principal feudo taurino de Emilio de Justo durante la temporada de 2017. Seis de las ocho corridas que toreó entonces se celebraron en el país vecino. Al doble triunfo obtenido en la citada localidad de Mont de Marsan, los días 24 de julio y 30 de septiembre, hay que sumar los cosechados en Dax y Vic-Fezensac. La primera tarde en la capital del departamento de Landas se las vio con un complicado burel de Adolfo Martín, que hizo segundo, con el que no se amilanó. Ante el exigente quinto, De Justo demostró la dimensión de torero solvente que le precedía, cuajó al animal por ambos pitones y le cortó una merecida oreja. Su segunda comparecencia estuvo a la altura de lo esperado y de nuevo paseó un apéndice del cuarto de la tarde, un Victorino de nombre «Mosaico» al que toreó con temple y profundidad por el izquierdo.
Ese mismo mes de septiembre, pero en la localidad de Dax, el extremeño firmó la que posiblemente fuera su actuación más completa en suelo francés. Salió a hombros tras cortar tres orejas. La primera del bravo Victorino que hizo tercero -de nuevo la afamada ganadería le da buen bajío- al que toreó con profundidad y vibración por el pitón derecho, y las dos restantes al sexto al que compuso un trasteo que fue de menos a más. El 4 de junio sale a hombros en Vic-Fezensac tras pasear dos orejas, una de cada uno de los exigentes Palhas a los que se enfrentó.
Esta temporada, el torero extremeño aprovechó su inclusión en la Feria de Otoño de Madrid, en la que cortó una oreja de cada uno de sus oponentes y salió por el umbral de la gloria venteña, lo que le servirá para entrar en la ferias de 2019.
