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Entrevista

Pablo Sánchez: "Nuestra parte creativa estaba agotada"

«Nos planteamos muchas veces tirar la toalla, pero había algo en el ambiente que nos sugería un nuevo esfuerzo», asegura la banda

Durante este 2018 cada concierto ha sido una despedida. ¿Duro, bonito o ambas cosas a la vez?

Ambas cosas a la vez. Ha sido brutal el año, ha venido gente de todos lados a despedirse. Es duro saber que se ha acabado pero somos conscientes de lo que hemos decidido.

Tras ver el cariño que les ha trasmitido el púbico, ¿han llegado a arrepentirse en algún momento?

No. Te genera un plus de energía para afrontar las cosas y las nuevas etapas de la vida.

Es sólo un dato, pero son la banda valenciana contemporánea con más escuchas mensuales en Spotify. ¿Se sienten profetas en vuestra tierra?

Nos sentimos orgullosos de ser un referente para muchos jóvenes y la gente de la música. Nuestra manera de trabajar desde la autogestión, el esfuerzo y el talento solo nos produce orgullo.

Y son muy populares pese a que no han tenido tanto apoyo mediático como otras bandas. ¿Agota el esfuerzo extra por mantenerse en lo alto sin estos apoyos?

Agota muchísimo. No hemos tenido apoyo y, aunque hemos contado con un grupo humano increíble que ha trabajado para el grupo fuera de los escenarios, al final todas las decisiones y responsabilidades han recaído en nosotros y, aunque es satisfactorio, también agota.

¿Es este agotamiento el culpable en parte de vuestra retirada?

Tiene parte de culpa, seguro. Pero la razón reside en el agotamiento de la parte creativa. Hacer otro disco con 11 músicos, con el nivel creativo y de audiencia que ha conseguido la banda es algo que no es fácil de gestionar. Como artista te confieso que esto ha podido conmigo y me apetece vivir tranquilo. La Raíz me había comido a niveles compositivos y emocionales.

¿La decisión de parar ha sido unánime?

Cuando en un equipo hay 15 o 16 personas trabajando, es imposible que todos sientan lo mismo. Obviamente hay gente que no pararía nunca de tocar. Pero sacar un disco nuevo al final depende de dos o tres personas que son los dueños de la parte artística. Hubo respeto en la decisión.

¿Haber elegido València para dar el último concierto ha sido lo natural o quería decirle algo a la ciudad?

Es lo natural. La capital de nuestra querida tierra valenciana nos unió a todos. Veníamos la mayoría de fuera. Además es muy significativo que un grupo sin apoyos meta 2.000 personas en un evento autoproducido en la capital. No sé si muchos artistas consagrados pueden decir lo mismo.

Vuestra música siempre ha estado muy pegada al mensaje. En estos 16 años de carrera, ¿qué ha evolucionado políticamente más, el país o vuestras letras? ¿hay ahora más cosas por las que cantar?

Ha evolucionado todo. Nuestras letras a mejor, y el país, en muchos aspectos, a peor.

Cuando empezó La Raíz, tanto Gandia como la Comunitat Valenciana estaban inmersas en pleno entusiasmo «popular». ¿Vuestra música fue una reacción a aquello?

Totalmente. Y como La Raíz, muchísimos grupos. Tantísimos años de nefasta gestión del gobierno del PP creó un efecto rebote brutal. Nos sentimos orgullosos de haber formado parte de este cambio, de ser parte del ideario juvenil de nuestra tierra y de haber vivido este cambio mientras vivíamos como banda.

¿Hubiera sido igual La Raíz en un contexto más parecido al actual?

Suponemos que sí, cantamos a cosas que no nos gustan, pero también a cosas de la vida que significan algo para nosotros. Siempre habrá de todo para que La Raíz componga cuando decidamos componer.

¿Qué echan de menos de la banda que empezó hace 16 años en Gandia?

Echamos de menos la ilusión de darnos a conocer.

«Así en el cielo como en la Selva» fue el disco que os subió a la división en la que estaban ahora. ¿Fue complicada la etapa anterior? ¿se plantearon alguna vez tirar la toalla?

Nos planteamos muchas veces tirar la toalla, era muy complejo gestionar una banda tan numerosa y tan poco remunerada, pero había algo en el ambiente que nos sugería un nuevo esfuerzo...Ha sido muy mágico todo.

Son de las pocas bandas del circuito valenciano que han podido dar el salto al circuito nacional. ¿Han contado con la ventaja del idioma?

No. Hemos contado con la ventaja de transmitir algo que va más allá de la lengua.

Frank Sinatra o The Band volvieron pocos años después de grabar discos y hacer giras de despedida. ¿No serán como ellos, no?

No lo sabemos. La Raíz funciona con el corazón y no con la agenda.

¿El «descuido personal» que mencionaron en vuestro comunicado de despedida dificulta un posible regreso de La Raíz de aquí a unos años?

No, a nivel interno, como cualquier banda, hay momentos malos y momentos geniales, pero en La Raíz ha pesado más lo segundo. Lo que dificulta un posible regreso es la distancia personal que se puede crear al no vernos tan a menudo. Hay que ser realistas.

¿Qué camino se abre a partir de ahora?

A partir de ahora se abren nuevas etapas, nuevos horizontes y nuevas motivaciones. Somos músicos, no vamos a dejar de hacer música.

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