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Diablos

Existen los diablos, sin duda alguna, y no esos supuestos que habitan en un lugar imaginario llamado infierno donde van a parar los malos. Haylos en la vida real, y los tenemos en torno a nosotros de manera cotidiana. Un claro ejemplo, ese signore ítalo que aspira a ser capitán de la policía local, lo que le ha valido un tirón de orejas de su jefe, Joan Ribó. Un diablo llamado Giuseppe para el automovilista y el tráfico urbano.

Pero están Los Diablos, ese grupo musical que alegró los 60, los 70 y muchos más, y que el sábado fue disfrutado en la gala que Andrés y Jorge Sanchis, montaron en el Ateneo Mercantil, donde Agustín Ramírez, el líder de la diablesca banda, incansable y arrollador, hizo las delicias de la gente noble que llenaba el salón Noble. Con él, Amado Jaén, bajista y toda una historia de la música pop en España como autor de grandes éxitos. Y las bellas chicas invitadas, como Ivonne Reyes, Belinda Washington, Raquel Rodríguez, Lucía Hoyos, Pilar Doménech y otras conocidas, que siguieron el ritmo de aquellos diablos con frenesí.

Todos los asistentes, alrededor de 300, se sumaron a la danza diabólica. La fiesta era de alto nivel social, y allí acudieron gentes de la política, como Aurelio Martínez; del deporte, como Vicente Solá, presidente del Valencia Basquet; de las finanzas, como Joaquín Maldonado, o del teatro, como el empresario Enrique Fayos, que también bailó, y a quien acompañaba su mujer, Leonor Arizoni. Presentaba la plateada Mar Regueras, que hasta se atrevió a cantar o algo parecido acompañada al piano por el maestro Manolo Tomás. Todos dieron un repaso por aquellos años felices, porque Los Diablos no solo cantaron sus conocidas canciones, sino que repasaron la época. ¡Maravillosa noche, qué diablos!

Las diablas no son señoras malignas, aunque las haya, sino los símbolos que figuran en el logotipo de la Casa del Artista de València, que ayer celebró en el Teatro Principal su gala anual como homenaje al cantante Juan Ramón por su brillante trayectoria artística. Actuaron los grupos de lyric-pop creados por el propio homenajeado, In Vivo, con tres tenores y un barítono, y Divina's, con tres sopranos y una mezzosoprano, que con la Orquesta Filarmónica de Valencia, dirigida por Alejandro Galarza, ofrecieron un gran espectáculo que fue muy aplaudido por el público.

Al final, la junta directiva en pleno de la Casa del Artista apareció en el escenario, y su presidenta, Clara Esmeralda Comos, impuso a Juan Ramón la insignia de oro de la entidad, así como también al anterior presidente de la asociación, Yaco Lara. Y el pasado jueves, esta entidad celebró un nuevo espectáculo en la reaparecida sala Lady's, con la actuación siempre diabólica del ubicuo diablo Emilio Solo con caída final, junto a la excepcional cantante de copla Arantxa Pons, que demostró su arte, y el humorista Cañas, que hizo reír al público. Presentó Alba Montañés, que con su hermana Rosa hizo coros a Emilio. Destacó el dúo de Arantxa Pons y Miguel Brass, que quisieron «amanecer con alguien»...

El cantante Francisco dice estar que se le llevan los diablos por lo que le está ocurriendo en su tierra, que es ésta. Según me dijo, ha intentado en diversas ocasiones conseguir por alquiler el Palau de la Música o de Les Arts, pero cuando se les dice a los responsables de estos lugares que es para un concierto de Francisco, le niegan el pan y la sal. Pese a ello, el cantante valenciano dice que no recurrirá a ninguna bandera para ser debidamente atendido. ¡Diablo, diablo...!

Como Lolita Flores, que está de «Fedra» en el Olympia, y ejerce una diabólica atracción en su trágico papel. Por una vez estoy de acuerdo con Ángel Llácer, más diablo que ángel, cuando dice en «TCMS» que Lolita «es la abuela más sexy del mundo». Se lo dije a ella y me dio dos besos. El diablo que hay en mí se estremeció...

El diablo de la baja audiencia parece estar rondando la televisión pública, y así lo ha reconocido la propia Rosa María Mateo, que no es la tía del abanderado Dani. Pero hay una serie en esa TVE que por su interés y mejor guión gana espectadores a diario y se da de lunes a viernes en la sobremesa: «Servir y proteger», en la que tiene mucho que ver Tirso Calero, ese valenciano de Alcoi que es productor ejecutivo y guionista de grandes series. En la serie actúa el actor y modelo Nicolás Coronado, hijo de José Coronado y Paola Dominguín, nieto del torero Luis Miguel Dominguín y sobrino del separado Miguel Bosé. Interpreta el papel del diabólico Sergio Mayoral y lo hace diabólicamente bien.

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