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Plan museológico

El Museo de Bellas Artes ideal

Expertos en arte elaboran un listado con las doce obras que deberían estar en la pinacoteca valenciana

El Museo de Bellas Artes ideal

El discurso expositivo del Museo de Bellas Artes de València aún está por cerrar, a falta de que el Ministerio de Cultura dé el visto bueno al plan museológico presentado por la pinacoteca. Hasta entonces, expertos consultados por Levante-EMV elaboran su particular «lista de los deseos» y en ella ponen título a algunos de los cuadros que, por su relevancia o coherencia con la naturaleza del museo, deberían mostrarse en las salas del centro de la calle San Pío V.

«Retablo del Centenar de la Ploma». De Marçal de Sax (siglo XV)

La obra está en el Victoria & Albert Museum de Londres. Para los expertos, esta pieza debería estar en València por su «gran significación por la influencia flamenca en la pintura valenciana».

Trío de Joan de Joanes

(1507-1579)

La Inmaculada Concepción del artista valenciano Vicente Juan Macip se encuentra actualmente en la Iglesia de los Jesuitas de València. Destaca por «su calidad extrema».

Juicio de Paris, en el museo Udine de Italia, muestra una «impensable» mitología en la pintura valenciana.

Retrato de Alfonso V el Magnánimo está en el Museo de Bellas Artes de Zaragoza. Es uno de los pocos retratos del artista valenciano.

«Calvario», de Francisco Ribalta (1565-1628)

Propiedad de la Diputación de València, muestra una gran calidad pictórica y dramática.

«Virgen del caballero de Montesa», de Paolo de San Leocadio (1447-1519)

Comprada por el Museo del Prado por crowdfunding, es una de las tablas más significativas de la introducción de la pintura renacentista en España.

«Calvario» (1476), de Rodrigo de Osona

Ahora en la iglesia de San Nicolás de València, estuvo depositada en el museo. Es una de las pocas firmadas por su autor.

«San Miguel de Tous» (1468), de Bartolomé Bermejo

Actualmente en Inglaterra, se trata de «otra obra en el exilio por una venta de nuestro patrimonio. El museo necesitaría esta pieza como ejemplo de la relevancia de Bermejo en la pintura valenciana», dicen los expertos.

«Santa Catalina», de Hernando de Yáñez de la Almedina (1475-1540)

Este cuadro, «Renacimiento italiano puro que deja sin palabras», se puede contemplar en el Prado.

«Triste herencia» (1899), de Joaquín Sorolla

Esta conocida obra es propiedad de la Fundación Bancaja. Los expertos alaban su «espectacular fuerza». «Reúne todo lo que gusta de Sorolla: pincelada libre, el mar y crítica socarrona tan valenciana».

«Retrato de la familia Jaumandreu», de Ignacio Pinazo Camarlench (1849-1916)

El museo tiene uno de los retratos y para los expertos sería una «oportunidad» conseguir la serie completa, actualmente en manos privadas y en venta.

«Retrato de don Felipe Vives de Cañamás» (1634), de Jacinto de Espinosa

Los entendidos destacan la escasa presencia de retrato laico en la pintura española, de la que esta pieza es ejemplo. Está en manos privadas.

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