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Programación

La semana de oro del teatro valenciano

El Teatre Rialto estrena mañana una versión femenina y actualizada del clásico del siglo XV «Tirant lo Blanc» y el Micalet programa 'Plagi', de Rodolf Sirera

Una escena de «Plagi», de Rodolf Sirera. levante-emv

No hay superstición para el teatro valenciano. Mañana, día 13, es fecha de estrenos importantes en las tablas públicas y privadas. «Tirant», una versión contemporánea de la obra maestra de Joanot Martorell, Tirant lo Blanc, se estrena en el Teatre Rialto, y «Plagi», de Rodolf Sirera, llega al Micalet. Siglo de Oro y dramaturgia contemporánea en el mismo día. Y ambas, con una reflexión de género sobre sus hombros.

«Tirant» es una coproducción del Institut Valencià de Cultura (IVC) y la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), con dirección escénica de Eva Zapico y adaptación y texto de Paula Llorens. Las dos creadoras presentaron ayer esta producción acompañadas por el director adjunto de Artes escénicas del IVC, Roberto García, y la directora de la CNTC, Helena Pimenta. Los cuatro subieron al recién recuperado escenario de la cafetería del Rialto para presentar esta obra que «está en el ADN de estos años de trabajo», dijo García.

Para el máximo responsable de las tablas públicas valencianas, tanto el IVC como la CNTC estuvieron de acuerdo en cuatro puntos básicos a la hora de poner en marcha este proyecto: tenía que ser un clásico; había que hacer una lectura contemporánea respetando la esencia; la mirada debía ser femenina y el reparto tenía que ser joven.

Para Llorens, la vigencia de la obra maestra de la literatura valenciana -y mejor libro del mundo, según Cervantes- es evidente. «Seis siglos después, tenemos todavía a muchas Carmesinas, que es una adolescente de 14 años que está experimentando con su cuerpo», dice la autora. Y va más allá: «Lo sorprendente es que Joanot Martorell intuyó la problemática femenina de encontrarse entre el deseo y el deber en el siglo XV». «Entra en el pensamiento de la mujer, es capaz de entenderla y empatizar con ella», añade la dramaturga valenciana.

Llorens aplaude que, además, sean dos mujeres las que se ponen al frente de la adaptación y la escenografía. «Hemos podido completar esa visión», señala.

La responsable de la adaptación, que se representa en el Rialto hasta el próximo 10 de marzo, explica que se ha «respetado al máximo las palabras, la sintaxis, los arcaísmos y la sonoridad tan bella del siglo XV. Hay que actualizar sin perder ese lenguaje. Sus personajes no pasan de moda. El Tirant ya es bastante moderno en sí mismo. Tiene cosas que asustan de lo modernas que son: esa visión patriarcal de la sexualidad sigue vigente, la envidia, los celos, el deseo de poder», dice. Además, «es inabarcable -reconoce-; hay miles de novelas en una. Es mágico».

Zapico matiza esa visión «feminista» de la obra que han creado. Para la directora valenciana la clave está en que el «foco» que siempre ha estado sobre el personaje masculino , ahora se «traslada» a Carmesina. «Hemos buscado la diferencia, el discurso se abre a todos los personajes». Sobre la puesta en escena, Zapico avanza que «lo hemos llevado a un lugar atemporal, a un espacio que respeta la palabra».

Por su parte, Helena Pimenta alabó la «vigencia de los textos» de Martorell. Tanto que «la gente joven se sorprende».

La pieza está protagonizada por Raúl Ferrando (Tirant), Lucía Poveda (Carmesina), Mar Mandli (Estefanía), Raquel Piera (Plaerdemavida) o Maribel Bayona (Viuda Reposada). Tras su estreno en València, la obra estará dos meses en Madrid (Llorens ya está trabajando en la traducción al castellano) para después viajar a Sagunt, Almussafes, Castelló y Alicante.

Además, García quiso recordar que el escenario de la cafetería acogerá actividades vinculadas a las obras que se representen en el teatro, como recitales de poesía, encuentros, tertulias, música y exposiciones.

Mientras, el Teatre Micalet pone en cartel «Plagi», de Rodolf Sirera, un «juego teatral» planteado como un thriller que propone al espectador una «reflexión sobre el poder de los hombres sobre las mujeres».

El espectáculo, que se podrá ver en el Micalet hasta el 3 de marzo, está interpretado por Diego Braguinsky, Silvia Valero y Jairo Carrasco, dirigidos por Rebeca Valls y Edison Valls en un proceso de creación que ha durado meses.

En esta pieza, Sirera incita al público a «utilizar la imaginación y a poner la máxima atención para descubrir la verdad del que nos están explicando porque, como en cualquier juego, hay alguna trampa que otra», señalan desde la sala.

Un escritor que ha perdido la inspiración, una escritora que se hace pasar por periodista, una obra plagiada, policías, un secuestro, deseo, ambición y poder son algunos de los ingredientes principales de esta función, llena de «giros sorpresivos, sentido del humor y suspense».

«Hace tres o cuatro años me propusieron participar en uno de esos combates de dramaturgia que ahora están tan de moda. Yo realmente no quería participar, pero como me pasa siempre, dije que sí y encontrar un tema se convirtió, lo juro, en un creciente motivo de angustia. Un día, una compañera en el otro terreno profesional en el que acostumbro a jugar, las series de televisión, se vio acusada, de una manera completamente inverosímil, de haber plagiado un argumento y esto me hizo pensar: ¿Y si esto me pasa a mí? O, mejor todavía, ¿si le pasa a uno de mis personajes? Y me percaté de que, con este hecho tan sencillo, ya tenía armados los mimbres sobre los que construir la obra», relata el dramaturgo.

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