La realizadora valenciana Ana Ramón Rubio ha dado por finalizado el rodaje de su segundo proyecto documental centrado en una población de entre 150 y 2.000 (según la época del año) americanos que viven aislados en caravanas a pocas millas de donde tuvo lugar el desastre ecológico de Salton Sea. La historia se centra en East Jesus, una pequeña comunidad donde conviven artistas y librepensadores que desarrollan su profesión alejados del sistema capitalista y que han convertido su residencia en un museo al aire libre. Debido a las duras condiciones ambientales y climatológicas de los meses más cálidos (en los que se llega a alcanzar los 48ºC), solo tres habitantes (en los que se centra el documental) se encargan en la actualidad de mantener su actividad.

Ana Ramón Rubio viajó hasta la frontera entre California y México para documentarse sobre los graves efectos que tuvo el desastre ecológico del Mar Salton, un lago creado como consecuencia de un error de cálculo en una obra de ingeniería que provocó el desbordamiento del río Colorado a principios del siglo pasado. Pero lo que durante años fue un paraje idílico tuvo su declive en los años 70 por el vertido de los excedentes de agua con pesticidas de los campos de la región. Salton Sea se convirtió entonces en una trampa mortal para la fauna y flora y un peligro medioambiental para la salud.

Cerca de ahí el artista Charlie Russell impulsó la comunidad de East Jesus, un peculiar asentamiento donde conviven artistas desde hace diez años. «Slab City es considerado el último sitio libre de América porque es prácticamente el único lugar en Occidente donde todavía impera la ley del cowboy, donde puedes llegar y quedarte el trozo de tierra que desees, siempre que no esté ocupado por cualquier otro residente, vallar tus límites, estacionar tu caravana y empezar una nueva vida», explica la directora del proyecto. Eso sí, si pasas más de 24 horas fuera de tu casa, esta puede ser arrebatada por otro «slabber». «Es un lugar fascinante. En cuanto pusimos ahí el pie, sabíamos que teníamos que quedarnos unos días grabando el lugar porque es una de las instalaciones artísticas más increíbles que existen en la actualidad y que está hecha al 100% con la basura que otras personas tiraron en Slab City».