Dos clásicos y una sorpresa. La Academia Española de Cine anunció ayer las tres películas seleccionadas para optar el próximo año al Oscar a la Mejor Película Extranjera. Los dos clásicos son Pedro Almodóvar, que vuelve a la carrera con Dolor y gloria, y Alejandro Amenábar, que optará con Mientras dure la guerra. La sorpresa es Buñuel en el laberinto de las tortugas, un film de animación basado en el rodaje del documental Tierra sin pan y dirigido por Salvador Simó.

Tal como ocurrió el pasado año con Campeones -la película de Javier Fésser inspirada en la historia del club de baloncesto Aderes de Burjassot-, esta preselección tiene un importante componente valenciano. Donde más evidente resulta es en Dolor y gloria, la película que Almodóvar rodó en Paterna durante varios días del verano de 2018.

El director manchego escogió el paisaje urbano de las cuevas del Batà y la torre moruna para encuadrar la infancia del protagonista de su película -interpretado por Antonio Banderas-, y de su madre, que encarna Penélope Cruz. Cerca de allí está el cauce del Túria en el que transcurre una de las escenas más pintorescas de la película: la de las mujeres -una de ellas interpretada por la cantante Rosalía-, cantando y lavando la ropa en el río.

El rodaje de Dolor y gloria marcó durante unos días la agenda de la capital de l'Horta Nord, que incluso ha abierto una ruta turística por los escenarios de la película. En una entrevista con la revista Fotogramas, Almodóvar explicaba que, pese a que el personaje que interpreta Banderas está basado en su vida, él nunca había vivido en una cueva como las de Paterna «pero quería contraponer los recuerdos sombríos y de humillación que tiene una madre pobre de la posguerra, con la ilusión del niño que se conforma con ver el sol a través del tragaluz de la cueva».

Quizá menos perceptible pero igual de importante es el ingrediente valenciano en Buñuel en el laberinto de las tortugas, la película de animación que competirá contra Dolor y gloria y Mientras dure la guerra para intentar representar a España en los Oscar. En este caso parte del rodaje se ha llevado también en València, pero en el interior de unos estudios, los que Hampa Studio tiene en la calle Uruguay. Productora de referencia en España para el cine de animación y 3D -se puede rastrear su trabajo en películas recientes como Memorias de un hombre en pijama (basada en un cómic del valenciano Paco Roca) o Black is beltza (dirigida por Fermín Muguruza)-, Hampa entró gracias a la participación del Institut Valencià de Cultura en el rodaje del corto dirigido por Simó y basado en un cómic del extremeño Fermín Solís que revive el rodaje en las Hurdes del documental Tierra sin pan de Luis Buñuel.

«Se puede decir que dimos el empujón necesario para acabar la película -explicaba ayer Álex Cervantes, responsable de Hampa y productor del film-. Se había hecho un trabajo superduro, quedaban 20 minutos por rodar y los productores estaban agotados, pero faltaba hacer los contrastes y pintar los fotogramas. Ese último impulso lo dimos nosotros».

Actualmente Hampa Studios -que cuenta con unos 80 trabajadores pero superará el centenar en los próximos meses-, trabaja en tres nuevas series de animación y dos películas. «Haber participado en una película que opta a estar nominada a los Oscar es muy importante para una productora independiente como la nuestra, nos da crédito».

Reconoce Cervantes que competir contra Almodóvar y Amenábar es una tarea casi titánica, «pero nos hace mucha ilusión y somos felices. Lo importante es que es la primera vez que una película de animación ha sido preseleccionada para competir por el Oscar a mejor película internacional ( Chico y Rita, de Fernando Trueba, estuvo nominada a la categoría de animación), porque nosotros siempre hemos luchado para que la animación no se considere un género sino una técnica».