Los valencianos Lucía Alemany y Chema García se fueron de vacío en una noche en la que San Sebastián se rindió ante la crudeza de Brasil. La película Pacificado se llevó la Concha de Oro de la 67.ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, así como el galardón al mejor actor, para Bukassa Kabengele. La joven valenciana Lucía Alemany competía en la categoría de Nuevos directores con La inocencia, en la que la cineasta se sumerge en su propia adolescencia para contar la realidad del aborto. La película fue filmada en Traiguera -pueblo natal de Alemany- y cuenta con la colaboración de À punt y l'Institut Valencià de Cultura. Le arrebató el premio Algunas bestias, del chileno Jorge Riquelme Serrano, que cuenta en su reparto con dos grandes actores de la cartelera latinoamericana como Alfredo Castro y Paulina García. La cinta aborda la realidad de una familia abandonada en una pequeña isla.

Chema García, por su parte, competía en la categoría Tabakalera, dedicada a los producciones experimentales, con su corto Leyenda dorada. La producción alemana Ich war zu hause aber... de Angela Schanelec, se llevó el premio de la categoría.

La película que se llevó la Concha de Oro cuenta la vida en las calles de Río de Janeiro (Brasil), una de las ciudades más peligrosas del mundo, y está dirigida por el estadounidense Paxton Winters y producida por Darren Aronofsky. El actor Bukassa Kabengele protagonizó uno de los discursos más emotivos de la velada a través de una carta. «Un 54% de la población brasileña es negra, y la mortalidad alcanza unas cifras que asustan. Son personas que solo aparecen en los medios cuando se habla de criminalidad. Lo grande de Pacificado es que tiene el valor de centrarse en las relaciones humanas y no en los tiros y explosiones».

Una de las grandes triunfadoras de la noche fue la española La trinchera infinita, dirigida por Aitor Arregi, Jose Mari Goenaga y Jon Garaño, los responsables de Loreak y de Handia. La cinta se llevó los galardones a mejor guion, dirección y el premio de la crítica internacional. La película cuenta la historia de un «topo» en plena Guerra Civil, un hombre que para poder sobrevivir decide mantenerse oculto en su casa, con la esperanza de que cesen los asesinatos y todo vuelva a la normalidad; pero también asistimos al drama de víctimas colaterales, como su mujer, cuya desgracia puede ser menos vistosa pero es igualmente terrible.

Eva Green brilla en «Próxima»

Otra de las grandes triunfadoras de la noche fue Proxima, de la directora francesa Alice Winocour y protagonizada por Eva Green, se llevó el Premio Especial del Jurado. Winocour aborda en este trabajo la doble faceta de la protagonista como madre y como astronauta que tendrá que afrontar el difícil proceso de separación de su hija ante la inminencia de una misión espacial a Marte.

Al recoger el premio la directora quiso compartirlo con Eva Green, «que trabajó muy duro para hacer este viaje» y «con todas las mujeres en el espacio que luchan por sus sueños».

El jurado destacó la «ambición estética» de este drama de espacial que es al mismo tiempo una exploración de la maternidad. En la película, la protagonista, Sarah, se enfrenta a sus sentimientos de culpa en el mismo momento en que sabe que va a poder cumplir su sueño profesional.

La actriz alemana Nina Hoss y la española Greta Fernández ganaron, ex aequo, la Concha de Plata por sus interpretaciones en La audición, de Ina Weisse, y La hija de un ladrón, de Belén Funes, respectivamente.