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Xavi Calvo: "València necesita un Consell del Disseny, pero ha de estar en la alcaldía"

«València lleva siglos siendo capital del diseño pero hasta ahora no nos lo habíamos creído»

Xavi Calvo: "València necesita un Consell del Disseny, pero ha de estar en la alcaldía"

De alguna forma, Xavi Calvo (València, 1980) ya forma parte de una historia en la que también están Luis Dubón, José Segrelles, Renau, los miembros de La Nave o Mariscal. Este miembro de la agencia Menta ha sido uno de los principales impulsores del evento que en 2022 mostrará a todo el mundo el legado y el futuro del diseño valenciano. Dos meses después de la designación, el director de València Capital Mundial del Diseño 2022 espera a que pase la euforia para empezar a trabajar y demostrar, junto al resto del gremio, lo que el diseño puede hacer por la ciudad.

Y una vez pasada la euforia por la elección de València como capital del diseño, ¿qué?

Yo digo en broma que necesitamos un último trimestre del año sin internet ni teléfonos para centrarnos en crear una directiva solidad para el proyecto de capitalidad y organizar las áreas de patrocinios, financiera... Por suerte, la euforia sigue estando muy arriba y cada día son decenas de contactos que nos llegan de empresas grandes y pequeñas que quieren colaborar, personas de la calle que preguntan si pueden ayudar. Esa dinámica no la podemos perder.

La candidatura reclamaba la implicación de los empresarios. ¿Se están poniendo al teléfono?

Los 4,5 millones de la parte pública del presupuesto hasta 2022 está comprometida. Ahora falta cubrir la parte privada. Es verdad que la idea de la capitalidad nace de un empresario, Vicente Pons, y que empresas de altísimo nivel nacional ya preguntan como pueden participar. Ahora estamos en desarrollo del plan de patrocinios, que empezará en 2020. Pero somos bastante optimistas.

¿Y los políticos?

Por unas cosas u otras, la candidatura se ha desarrollado siempre en campaña electoral, pero todos los partidos han sido muy sensibles. Entendían el proyecto y que el diseño puede hacer una ciudad mejor. Estamos tranquilos.

¿Cuánto presupuesto le hace falta a una capital del diseño?

Nuestro proyecto es de 9,5 millones. Los de Helsinki o Lille u otras capitales se han ido hasta los 15 millones facilmente. Pero nuestra experiencia nos ha demostrado que somos buenos organizando eventos desde el diseño. Además, cuando por ejemplo el MuVIM nos dice que va a hacer una gran exposición sobre el diseño, lo hace con su presupuesto. Y eso es importante, poder contar con esa serie de presupuestos adicionales alrededor de la capitalidad.

Dos concejalías del PSPV

Creo firmemente que se necesita un Consell del Disseny a nivel municipal e incluso autonómico. Y creo que ha de estar en el más alto nivel, si es en el ayuntamiento en la alcaldía y si es en la Generalitat en Presidencia, precisamente para que todas las concejalías o conselleries estén al tanto. Pero está muy bien que haya dos concejalías que hayan empezado a trabajar. Es para quitarse el sombrero que se enfoque desde Urbanismo y que si va a haber, por ejemplo, la remodelación de la Plaça de l'Ajuntament, se estudie qué adoquines se van a poner o aprovechar para que haya un proyecto de identidad, como se ha hecho en Barcelona hasta en las baldosas... Allí uno se hace una foto a los pies, lo cuelga en Instagram, y la gente ya saba que está en Barcelona. ¿Por qué aquí en València tenemos que tener el mobiliario de otra ciudad que no tiene nada que ver culturalmente con nosotros?

¿Por qué no tenemos esa identidad?

Porque pese a que llevamos siglos siendo una capital del diseño por la cerámica, por la seda, por la imprenta, por la cartelería, no nos lo hemos acabado de creer nunca. Un gran logro de la capitalidad ha sido poner todo eso por escrito.

¿Le hace falta al Ayuntamiento de València un director creativo como el que tenía el de Madrid?

El director creativo de Madrid era un modelo muy concreto para dirigir la comunicación institucional. Pero sería un error que el Ayuntamiento de València tirase para adelante con una figura de director creativo sin tener antes una estrategia para él. Definamos el cargo. Y para eso un Consell del Disseny puede solucionarte muchos problemas.

En Madrid sí funcionó esa figura de director creativo.

Sí, porque Nacho Padilla era ideal, pero también se podrían haber equivocado.

¿Se atrevería a decir algún nombre de alguien que hiciera en València de Nacho Padilla?

No, porque en València hay muchos que lo harían muy bien. Aquí, gracias al legado de tres o cuatro generaciones anteriores, el nivel es altísimo. Tenemos premios nacionales de diseño, agencias punteras, gente muy reconocida en el mundo de la publicidad y el diseño.

¿València podría haber sido Capital del Diseño antes de que cambiase el gobierno en 2015?

Probablemente no porque ahora ha habido una nueva sensibilidad abierta hacia los profesionales del diseño. Antes en València no tenían esa sensibilidad.

¿La ciudadanía ha interiorizado la importancia del diseño?

Estamos haciendo una gran labor, nosotros los diseñadores y vosotros los medios. El reto de la asociación de diseñadores siempre ha sido ese cómo llegar a la gente, pero no sabíamos hacerlo. Los diseñadores hacíamos cosas para diseñadores, y hemos necesitado un proyecto muy grande como la capitalidad para ilusionar a todos por igual. Sois los medios los que nos habéis ayudado a contar que el diseño no es esa silla cara no funcional sino cosas que pueden hacer la vida mejor: un mobiliario urbano cómodo, una etiqueta que se entienda mejor, multas más fáciles de pagar... El objetivo es que en 2023, cuando haya acabado la capitalidad, la gente ya sepa que puede ser más feliz gracias a una ciudad mejor diseñada.

¿Qué es más urgente rediseñar en València: la burocracia, el mobiliario, la comunicación?

El tema burocrático está para rediseñar, pero es un cambio brutal. La comunicación y la cartelería está por el buen camino. Y el de las calles está muy por ver. Hay que empezar a trabajar con urbanistas y arquitectos, que también son diseñadores. El problema es que en España el diseño siempre se ha visto como algo muy frívolo.

La World Design Organization(WDO) valoró «la aplicación del diseño mediterráneo para mejorar la vida de las personas». ¿Qué es el diseño mediterráneo?

Planteamos cómo desde el Mediterráneo se ven diferentes las cosas. Y no solo nos referimos a los lugares bañados por el mar, sino que hay una latitud concreta, que también ocurre en Portugal o California, puntos del mundo en los que vemos las cosas de forma diferente. Además, ellos vieron también que muchos proyectos de sostenibilidad y medioambientales están orientados al mar, que el vivir aquí de cara al mar ha tenido mucho peso en lo que somos.

¿La WDO vio solo lo bueno de València?

Ellos veían que València era fantástica pero nos pedían que les contáramos también lo malo para ver cómo el diseño podía solucionarlo. Les estuvimos hablando que hay un problema de paro en la ciudad, de sostenibilidad de empresas, y les contamos cómo se podían solucionar desde el diseño.

¿Cómo se puede solucionar desde el diseño el paro?

El diseño no es solo un diseñador haciendo un dibujo, sino que ese dibujo alcance unos fines. Dándole más peso al diseño se crea más industria y más puestos de trabajo y, además, se pueden hacer las cosas mejor en la ciudad.

¿Cómo afectará a la capitalidad la crisis que parece que se avecina?

En Inglaterra se creó el Design Council en plena guerra mundial, en un gran momento de crisis. Vieron que el diseño a nivel estratégico les podía ayudar, que se podían sentar en la misma mesa los diseñadores y los tecnócratas para encontrar soluciones. Si vienen momentos de crisis, habrá que ver cómo podemos ayudar desde el mundo del diseño y trabajar todos juntos. Hacerlo todo más amable para que el funcionario trabaje mejor o y el ciudadano sepa cómo gestionar mejor sus recursos.

Cuando termine 2022, ¿cómo habrá cambiado la ciudad?

Ese es el reto. Pensar en los fuegos artificiales de 2022 no tiene sentido sino queda un legado en la ciudad. El diseño tiene que ser una palanca de cambio. Por eso los dos planes: cumplir el programa y mejorar la vida de los ciudadanos.

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