Es uno de los mejores violonchelistas del mundo, pero su vida no ha sido fácil. Fue obligado a realizar trabajos forzosos y estuvo en un psiquiátrico para evitar el servicio militar en aquella Unión Soviética donde nació.
¿Cómo fue vivir en la época del Telón de Acero?
No fue fácil, pero toda situación en la vida tiene dos caras, y estoy muy agradecido de tener una buena educación en el conservatorio de Moscú con Rostropovich.
Sus maestros fueron figuras: Mstislav Rostropovich y Gregor Piatigorsky. ¿Qué es lo que más recuerda de ellos?
Si tuviera tiempo y talento podría escribir un gran libro sobre esto. Es difícil resumirlo en unas pocas palabras. Para mí son dos de las mejores, no solo violonchelistas y profesores, sino personas. Fui increíblemente afortunado de tener una conexión muy especial con ambos. Fueron más que profesores, como mis segundos padres. Esta es una de las razones por las que me siento el violonchelista más afortunado del mundo, aunque hay otras.
¿Cuáles?
Conocí a Pau Casals dos meses antes de que falleciera. Fue como un milagro, una experiencia increíble. Desde hace 46 años estoy enamorado de mi precioso violonchelo italiano. Y otra razón que me hace sentirme el hombre más afortunado es mi familia.
Dijo: «La música no puede ser tapada por la técnica».
La técnica es importante, es el vehículo para conseguir el objetivo último. Pero el objetivo último es la música. Esto es lo más importante que aprendí de mis maestros, que la música no es mostrar cómo de bien tocas un instrumento, eso es un error.
Hoy en día los conservatorios priorizan la técnica antes de la expresión de los músicos.
El nivel de los músicos es muy alto y el peligro es que sientan que para triunfar tienen que tocar mejor, más rápido, más alto? y entonces la música se vuelve secundaria. Para mí, la expresión en la música es más importante.
Uno de sus compositores favoritos es Schumann. ¿Cómo es tocar sus composiciones?
Son de las más bonitas y complicadas. Es delicado, porque a los violonchelistas les encanta, pero al público no siempre.
Ha tocado en varias ocasiones con sus dos hijos mayores. ¿Qué siente al tocar con ellos?
Tocar con ellos es un sueño hecho realidad. Es algo muy difícil de explicar con palabras. He tocado con músicos increíbles, pero tocar con mis propios hijos es muy especial.
¿Cree que la música clásica esta infravalorada?
La música clásica siempre ha estado en un segundo plano. Requiere más atención, un gusto más elevado, pero eso no significa que sea elitista, es para quien la pueda apreciar.
