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Retrospectiva

Encarna Sepúlveda desafía el paso del tiempo

La Fundación Chirivella Soriano reúne cerca de 40 obras de la artista valenciana realizadas durante los últimos 17 años

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Exposición de Encarna Sepúveda en la Fundación Chirivella Soriano

La Fundación Chirivella Soriano se sumerge hasta el próximo 29 de marzo en el universo abstracto y geométrico de la artista valenciana Encarna Sepúlveda. La exposición «Trenzando el tiempo» reúne cerca de 40 obras de la artista, realizadas entre 2002 hasta este mismo año.

La muestra, en palabras de Sepúlveda -también comisaria de la misma-, «no es tanto una retrospectiva como un proceso continuo», una manera de mostrar al público su evolución en la que redefine la abstracción geométrica en un camino cada vez más concreto mediante piezas de gran fuerza visual.

Así, el recorrido comienza en las plantas superiores del edificio para ir avanzando en la trayectoria de Sepúlveda, cuya propuesta culmina con una escultura que recibe el mismo nombre de la exposición.

Fue la propia artista la que presentó ayer esta exposición, acompañada por el presidente de la fundación, Manuel Chirivella, y el catedrático de Estética y Teoría del Arte de la Universitat de València Román de la Calle. Para Sepúlveda, «Trenzando el tiempo» presenta el proceso de su trabajo en el que «todas las fases están entrelazadas, unas llevan a otras», sin saber cómo será la siguiente. Esta es la primera ocasión en la que la artista revisa su obra y en la que comisaría una muestra propia, algo que, según dijo, no ha supuesto un gran esfuerzo porque «quien más conoce el trabajo, es la propia artista. Están las piezas que tienen que estar», apuntó.

Las obras que presenta Sepúlveda evolucionan desde 2002 y van entrelazando elementos, que van desde aportes «más orgánicos» hasta la más pura geometría abstracta. En todas destaca el uso de colores intensos con especial incidencia de los verdes más ácidos.

La muestra comienza con su serie «Disonancias» (2002), que, según ella, «sienta las bases del desarrollo posterior». «A partir de entonces la geometría gana terreno frente a las formas más orgánicas, para ocuparlo absolutamente todo. Esto es especialmente significativo a partir del 2016, donde es el único lenguaje patente», explicó Sepúlveda.

La muestra culmina con escultura «Trenzando el tiempo» (2019), una instalación de hierro lacado, que entrelaza cuatro módulos rectangulares. Junto a ella se exhibe una nueva serie de pinturas y dibujos creada ex profeso para la muestra durante 2019. En el camino, la muestra revisita algunas obras de sus etapas anteriores como «Retazos», «Recortando la pintura», «La corteza del eco» y «Ángulos del vacío».

Para De la Calle «esta exposición mira hacia atrás» en el sentido de reconocer la evolución de la obra de Sepúlveda. «Acercarnos a la obra de un artista es hacerlo a su poética y lenguaje», señaló . «La poética es una caja negra que merece la pena abrir por el concepto de arte de cada artista, el programa que desarrolla y el ideal que postula», explicó.

Mientras, Manuel Chirivella calificó el título la muestra de «sugerente» porque lleva a muchas reflexiones sobre qué es el tiempo. En este sentido, recordó la «incontrolable celeridad vital» de hoy en día y cómo el arte tiene «una aspiración a ser siempre perdurable».

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