Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Alfons Cervera: "Es como haber cerrado, real o imaginado, el libro de familia"

«Lo único que puede ayudar a curar las heridas del pasado es contarlas, indagar en la búsqueda nada tramposa de la verdad»

Alfons Cervera: "Es como haber cerrado, real o imaginado, el libro de familia"

La memoria nos hace vivos. La literatura de la memoria nos mantiene atentos. Alfons Cervera eso lo sabe como nadie. Listo para recordar a los bienintencionados que nunca hay que bajar la guardia, e inclemente para desenmascarar a los otros. Cada dos por tres está en Francia, donde es un autor de culto, le reclaman en Alemania, en media Europa y ha entrado en el mundo hispano de Estados Unidos con fuerza. Tiene nuevo libro, Claudio, mira que presenta el jueves en la Llibreria Primado. Mientras tanto, Gestalgar sigue siendo la brújula, Los Yesares, su y nuestro Macondo.

Aunque ya no existe el Cine Musical, ni el horno de la familia, todavía quedan en la alacena que hay junto a la puerta de la cocina una pocas fotografía, «la de madre conmigo y el tío Juan, dos tuyas con el actor Carmelo Gómez, que durante muchos años fue y sigue siendo un hermano más en nuestra casa, una en la que estamos Miguel y yo como si fuéramos dos pistoleros del Oeste» (pág. 130).

«La vida te lleva lejos y cuando pasa el tiempo ya son imposibles los regresos», dice. Hace tiempo escribió una novela sobre la muerte de madre (Esas vidas, Montesinos, 2009). Y unos años después, otra en que contaba los silencios de su padre (Otro mundo, Piel de Zapa, 2016). «Ahora escribo esta historia en que somos tú y yo los personajes principales. Sin haberlo pretendido -o eso creo- es como si cerrara con este libro un tampoco sé si real o imaginado libro de familia».

Dos hermanos y una casa llena de silencios ahondan en lo que tantas veces aún da miedo recordar. «El tiempo no lo cura todo, como suele decirse con demasiada frivolidad. Lo único que puede ayudar a curar las heridas del pasado es contarlas, indagar en la búsqueda nada tramposa de la verdad, plantarle cara sin miedo de ninguna clase a las mentiras».

En eso lleva tiempo Cervera. «La memoria colectiva se va construyendo con pequeñas, a veces insignificantes, memorias personales», sostiene. Dice que lo mismo, más o menos, pasa con la historia. «La historia escrita con H mayúscula tiene más que ver con la épica que con la realidad auténtica de lo acontecido».

El autor de Claudio, mira mantiene que la historia no lo tuvo fácil en este país «a la hora de escarbar en ese pasado ignominioso que la dictadura franquista convirtió en una batalla entre buenos y malos, una historia, claro, en que los franquistas eran los buenos y el papel de los villanos quedaba para quienes se opusieron al golpe de Estado fascista y lucharon por la defensa de la República». Por eso la recuperación del pasado se está consiguiendo con la colaboración de la investigación histórica, los testimonios que vivieron ese pasado y quienes, «como es mi caso, nos acercamos a esos hechos y a sus protagonistas desde la ficción».

Políticas de abandono

Tras La noche en que los Beatles llegaron a Barcelona (Piel de Zapa, 2018), regresa a sus paisajes novelescos con Claudio, mira. «Esos lugares que existen realmente y que en las novelas se transforman en paisajes de ficción».

«No hay épica ninguna en esta novela. Creo que tampoco en ninguna de las anteriores. Si acaso existe esa épica es la que exige la supervivencia cotidiana. No resulta fácil vivir en uno de esos sitios que hoy están tan de moda y que cínicamente llaman la España vacía. Esa España está vaciándose desde hace muchísimos años. Todas las políticas -sean de quienes sean- han contribuido a ese abandono. Y ahora te vienen con el cuento de que esto tiene arreglo».

«Me dan risa los planes que la administración y los especialistas promueven para salvarnos a los pueblos pequeños de la desaparición. Lo primero es que vivamos con todo tipo de servicios, a ver si les queda claro», reclama.

«Algo personal»

Lee poco de lo que se publica ahora. «Hace tiempo que solo leo a los amigos y esa literatura que se llama clásica y que para mí abarca periodos felizmente inagotables. Ahora hace meses que ando metido en un nuevo libro: recupero libros y autores que leí cuando era adolescente y nadie me decía qué tenía que leer».

El título de ese libro es Algo personal (como su columna de los domingos en este diario). Y va seguido de un subtítulo: ¿Te ha picado alguna vez una abeja muerta?. «Es un homenaje a esos libros que marcaron mis lecturas y a quienes los escribieron. Es una mezcla extraña que me está sirviendo, no solo para releer lo de hace tanto tiempo, sino para regresar a quién era yo entonces».

Comparte de que somos lo que leemos. «Y en este país se lee muy poco, casi nada. Alguna vez lo dije: en España hay más escritores que lectores. Y así no vamos a ninguna parte. Bueno, sí, nos vamos a la mierda€». Califica de «preocupante» el índice de lectura en España, aunque cada vez hay más gente que escribe. «Los tan de moda talleres de escritura deberían ser talleres de lectura... Hay gente que publica libros, aunque sea en pésimas condiciones de edición y distribución, sin haber leído un libro en su vida».

«Es más importante leer que escribir». Claudio, mira, por ejemplo.

Compartir el artículo

stats