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"Freud"

Netflix aprovecha el personaje del neurólogo para ponerlo a investigar asesinatos en serie

"Freud"

Una de las últimas novedades del catálogo de Netflix en ocho episodios que se estrenó el lunes. Aunque con un arranque algo confuso, pues parece que presenta al padre del psicoanálisis como un embaucador cocainómano, «Freud» se convierte en un thriller psicológico muy entretenido para mantenerse despierto en estos tiempos de confinamiento.

No tiene nada que ver con aquella preciosista película de John Huston Freud, pasión secreta (1962) donde Montgomery Clift interpretó al joven neurólogo austríaco de origen judio. La producción de Netflix recrea el personaje de Sigmund Freud a su antojo, igual que todas esas adaptaciones de Sherlock Holmes donde el pretexto es la figura del detective creado por Arthur Conan Doyle.

La diferencia está en que Sigmund Freud existió y sus investigaciones neurológicas cambiaron la psicología, así que su dimensión intelectual debería estar fuera de cualquier duda.

«Histeria» es el título del primer capítulo, seguramente el más desafortunado de los ocho, donde se caricaturiza sus primogénitas aplicaciones de hipnosis para el tratamiento de esa enfermedad nerviosa que puede provocar severos ataques.

Desde el inicio de la saga ya se intuye la alianza del joven médico con una médium húngara y un inspector de policia vienés para descubrir un asesino en serie en la capital decimonónica del Imperio Austrohúngaro de finales del siglo XIX. Así que con la excusa del gran conocimiento de la conducta humana que exhibió el autor de La intepretación de los sueños, la ficción utiliza las hipótesis del psicoanalista para seguir y confirmar pistas criminales.

«Trauma», «Sonambulismo», «Tótem y tabú», «Deseo», «Regresión», «Catarsis» y «Represión» son el resto de títulos de los capitulos, así que cada una de las principales investigaciones sobre el subconsciente de Freud tiene su episodio. Traumas, pesadillas, deseos, miedos, abismos y maldiciones van pasando por el gabinete del psicoanalista mientras se acumulan los muertos.

Mientras, en paralelo, el perfecto orden imperial entra en profunda crisis tras sufrir un ataque organizado por una camarilla de conspiradores.

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