La valenciana Ana Teresa Ortega Aznar, galardonada ayer con el Premio Nacional de Fotografía 2020, ha confesado que se «quedó muda» cuando el ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes, le dió la noticia por teléfono. Ortega (Alicante, 1952), que es profesora en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de València ha reconocido que un premio «siempre es bienvenido» pero que «en absoluto» imaginaba que fuera premiado su trabajo «difícil de visionar y aceptar porque cuestiona los sistemas sociales y políticos».

«Me ha llamado la secretaria del ministro de Cultura, me ha dicho que me pasaba con el ministro y él me ha dado la noticia», ha explicado para relatar que Rodríguez Uribes le ha dicho que «le gustaba llamar directamente y dar la noticia».

Dotado con 30.000 euros, este galardón la reconoce por «entender la fotografía como herramienta de construcción de la memoria e historia colectivas» y por su «constante reflexión en torno al medio fotográfico guiada por una voluntad indagatoria de sus límites y posibilidades como lenguaje híbrido que dialoga con la tridimensionalidad».

La fotógrafa ha señalado que le ha reconocido al ministro que su llamada le ha «sorprendido» porque «en la vida» se habría imaginado que le telefoneara personalmente Rodríguez Uribes, quien «se ha empezado a reír» ante su reacción. «Ha sido una noticia importante y una alegría. Me lo ha dicho y me he quedado muda porque no sabía qué decirle; no tenía respuesta porque no sabía qué decirle», ha asegurado, a la par que ha indicado que «en absoluto» se esperaba este premio aunque confía en que sirva para «dar visibilidad» a sus últimos proyectos.

Según ha contado, su trabajo fotográfico es «difícil para visionarlo y aceptarlo; cuestiona mucho los sistemas sociales y políticos y entraría dentro de lo que se puede considerar con un sesgo muy crítico, y siempre he pensado que nunca podría recibir este tipo de galardones».